lunes, 4 de febrero de 2008

Remembranzas de una hermosa amistad

Publicado en Diario de Colima
Domingo 3 de febrero de 2008

Miguel CHÁVEZ MICHEL*

En los inicios de la década de 1960 conocí en casa de mis padres al profesor Juan Oseguera Velázquez, quién por muchos años, además de favorecerme con su diligente trato y caballerosa amistad, siempre, como buen maestro, tuvo la obsequiosa paciencia y el puntual desprendimiento para orientar mis modestas inquietudes por conocer, desde entonces, el acontecer histórico de mi pueblo. Por ello, con la misma celeridad que avanza el tiempo, en idéntico impulso crece mi gratitud para el habilidoso maestro que su supo tocar las cuerdas mas sensibles de mis sentimientos que me permitieron encontrar mi vocación y pasión por la crónica.

El maestro Oseguera Velázquez y mi padre Miguel Chávez Vega, como buenos “paisanos”, desde muy jóvenes los unía una afectuosa y sincera amistad. Ambos quedaron huérfanos muy chicos y desde edad temprana tuvieron que abrirse paso en el mercado laboral. Don Juan Oseguera Velázquez, hijo de Urbano Oseguera Ramos y Fortunata Velázquez nació en 1919 en Aguililla, Michoacán. Mi padre Miguel Chávez Vega originario de la hacienda de Trojes, municipio de Chinicuila nació en 1921 y sus padres respondieron a los nombres de Emiliano Chávez Mendoza y María del Rosario Vega Banda. Ambos, se conocieron en Villa Victoria, Michoacán, y aún cuando la vida los llevó por senderos diferentes nunca perdieron su amistad.

Por circunstancias familiares (revolución cristera) mis ancestros paternos tuvieron que trasladarse a la ciudad de Colima en donde radicaron por la calle Allende a dos cuadras de las siete esquinas. Ya huérfano, mi padre vivió en la Magdalena (hoy pueblo Juárez) y de allí pasó al poblado de Madrid, municipio de Tecomán. En 1941 conoció en Armería a mi madre Magdalena Michel Araiza con quién contrajo nupcias el 5 de agosto de 1942 y en este lugar radicaron hasta su muerte. Ambos, con mucha tenacidad, superiores privaciones y no menores esfuerzos formaron un modesto patrimonio que les permitió educar a una prolifera familia de seis hombres y seis mujeres. A mi me correspondió el número tres de la larga lista de hermanos. Actualmente vivimos diez de los doce. Todos profesionistas.

Por charlas en familia, mi padre nos comentaba que el profesor Oseguera Velázquez era un ser humano excepcional, de origen muy humilde y que a base de mucha perseverancia, estudiando por las noches y los fines de semana en el Instituto Federal de Capacitación del Magisterio alcanzó el ansiado sueño de ser maestro rural federal en la zona de Coalcomán. Previamente, nos decía, tuvo que desempeñarse de bolero, telegrafista y carpintero. En síntesis, para nuestro progenitor, el maestro Juan Oseguera Velázquez era un ejemplo que deberíamos seguir. Así, de nuestros padres, toda la familia, aprendimos a respetarlo y admirarlo.

Recuerdo, que una tarde del invierno de 1964, don Juan Oseguera Velázquez llegó a la carnicería propiedad de mi padre, que se ubicaba por la Avenida Manzanillo a un costado de la tienda de doña Inés Álvarez y después de comprar dos kilos de “carne para asar” y el tradicional “cocido”, sin comprender, en ese entonces, su noble proceder, me dijo: “Joven ilustre y caballeroso amigo. Salúdame a tu padre. Por las preguntas que me haces, tengo la impresión que te gusta la historia. Te regalo este libro (Directorio del Estado de Colima) con una condición: que lo leas. El próximo sábado lo comentamos”. Así, a partir de esta fecha, a pesar de nuestras diferencias en edad, nació una hermosa amistad que marcó mi vida para siempre.

Fueron innumerables las pláticas que sobre política e historia disfrutamos a lo largo de muchos años. Aún conservo los libros que me regaló y muchos de sus discursos, cartas y ensayos de su autoría con el tema de Armería. Algunos inéditos. En su homenaje, en próximas colaboraciones las compartiré con mis lectores, respetando, desde luego, su redacción original y los derechos de autor.

En más de una ocasión, por su hospitalidad, compartimos proyectos editoriales comunes. Por muchos años, fueron múltiples las reuniones a las que fui convocado para estudiar y analizar variadas evidencias históricas. Estas prolongadas sesiones de trabajo se realizaban en las oficinas del Congreso del Estado, la Asociación Colimense de Periodistas y Escritores, Indeco o los domicilios particulares de Doña María Ahumada de Gómez y el padre Florentino Vázquez Lara. Allí, conocí entre otros, al Pbro. Roberto Urzúa Orozco, Lic. Ismael Aguayo Figueroa, Dr. Gabriel de la Mora, don Roberto y Carlos Pizano Saucedo, Lic. Ricardo Romero Aceves, J. trinidad Lepe Preciado y los profesores Gregorio Macedo López, Vicente Venegas Rincón, Genaro Hernández Corona, Ricardo Guzmán Nava y Carlos Torres Tellez.

En 1977, gracias a su generosidad y confianza, fui invitado a participar en su proyecto editorial “Historia Gráfica de Colima”. Bajo su dirección se integró un equipo de trabajo para rescatar el rico acerbo fotográfico que contiene el libro y que fue publicado hasta 1979. El trabajo se dividió por Municipios. Entre los que participaron por Colima, me acuerdo de don Carlos Ceballos Silva, doña María Ahumada de Gómez y la señora Ma. Guadalupe Cerda de Cortéz (foto Fénix). Por Comala colaboró doña Juanita Martínez Alcalá

Los sacerdotes Javier Ávalos Cárdenas y Manuel Orozco Curiel tuvieron a su encomienda el Municipio de Cuauhtémoc. El Pbro. José Aguilar García, don José Delgado Farías y Juanito Torres Ramírez presentaron los testimonios de Coquimatlán. En unión de don José Espíndola, los profesores Perfecto Mancilla Rodríguez (maestro Tito) y Juan Michel Figueroa copilaron las evidencias de Minatitlán.

Para coordinar los trabajos de Ixtlahuacán se invitó al profesor Teófilo Jiménez y posteriormente se sumaron el T.A. J. Concepción Campos Sánchez y don Francisco Bueno Larios (Pancho Bueno). Fueron muy valiosas las fotografías de Tecomán proporcionadas por Juan José Villa (Foto Villa), el profesor J. Guadalupe Sánchez y Samuelito Quiroz. La mayor parte del material fotográfico de Manzanillo lo aportaron don Alfredo Ruiseco Avellaneda, Víctor Santoyo Araíza y el profesor Benito Rincón López. También colaboraron mi estimado amigo Alfredo Campos e Inocencio Palomares.

A mi me correspondió el Municipio de Armería. Para rescatar los nombres de la totalidad de los expresidentes de la H. Junta Municipal de Armería, con la anuencia del entonces Presidente Municipal de Manzanillo licenciado Jorge Armando Gaitán Gudiño se me permitió el acceso a los libros de actas del Cabildo y otros documentos del archivo municipal, en donde trabajé por las tardes un poco más de tres meses. Luego, procedí a la elaboración de una ficha biográfica por cada uno de ellos, incluyendo a los Presidentes Municipales hasta Víctor Manuel Jaramillo Carrillo. Lo más difícil de esta tarea fue la recopilación de sus fotografías. Hubo casos, en que esperé más de un año para que sus familias me las proporcionaran y autorizaran su publicación.

Sistematizada la información y concluido el acopio fotográfico, con apoyo de mi vieja máquina Remington, sin mayores conocimientos que mi empírico entusiasmo, se me ocurrió elaborar el esbozo de un folleto. Concluido, de inmediato me trasladé a la ciudad de Colima y se lo entregué al maestro Juan Oseguera Velázquez quién después de leerlo se me quedó viendo y luego expresó: “caballeroso amigo. Recibe mi felicitación. Eres el primero en entregarme totalmente concluida y bien ordenada la información. Seré muy respetuoso de tu trabajo. Si tú estás de acuerdo, solo tomaré las fotografías, la relación de autoridades locales y las obras realizadas durante su gestión”.

Seguidamente, se apostó a mi lado izquierdo y poniendo su mano sobre mi hombro derecho, siguió diciendo: “Mi Lito, este trabajo es oro molido. Con unos pequeños ajustes, debes publicarlo”. De inmediato, le contesté: “En efecto maestro, tiene usted mucha razón, lo voy a publicar pero hasta que yo sea Presidente Municipal de Armería”. Sin mayores preámbulos, ambos, tal vez por mi ocurrencia, nos reímos hasta el cansancio. Por cierto, todo amarillento por el transcurrir del tiempo, aún conservo el esbozo de un documento que sigue esperando la oportunidad de transformarse en folleto.

Así, por invitación del maestro Juan Oseguera Velázquez y sin mayores méritos que su benevolencia se me otorgó el inmerecido honor de formar parte del prestigiado grupo de estudiosos colimenses que fundaron en la casa de doña María Ahumada de Gómez la “Sociedad Colimense de Estudios Históricos, A. C.”

También, debo al maestro Juan Oseguera Velázquez su generosa motivación para solicitar mi ingreso a la masonería, en donde, sin renunciar a la religión que me enseñaron mis padres y después de una larga y fructífera carrera de operario en el punto geométrico de la libertad del pensamiento, con el apoyo de mis hermanos, tuve el alto honor de haberme desempeñado en el honroso cargo de Muy Respetable Gran Maestro de la Gran Logia “Sur Oeste” (1994-1996).

Testimonio de gratitud: Siempre lo he dicho y lo sostengo: la vida es de ciclos y más temprano que tarde se cumplen. Con esta visión, para alcanzar el bienestar personal, hay que saber ser, no ser y dejar de ser. Convencido de esta forma de pensar y actuar, tengo a bien compartirles que después de un poco más de treinta dos años de laborar en mi “alma mater” la Universidad de Colima, a la que tanto debo y en la que mucho he aprendido, con fecha dieciséis de enero de este año, el Rector M.C. Miguel Ángel Aguayo López tuvo a bien autorizar mi solicitud de jubilación. Luego entonces, en esta tesitura aprovecho el espacio para dejar constancia escrita de mi puntual gratitud y leal amistad para su actual Rector, Exrectores, directivos de todos los niveles, compañeros maestros, alumnos y exalumnos, por las generosas enseñanzas y espléndidas atenciones que siempre recibí y que sigo abrevando de toda la comunidad universitaria.

A partir de esta fecha dedicaré mayores espacios de mi tiempo a lo que me gusta hacer y que muchas veces tuve que dejar de lado para cumplir con mis obligaciones profesionales. Algunos dirán que la política. No. Ese ciclo también está por cerrarse. Dentro de pocos meses, por no decir que semanas, regresaré a mi pueblo para reencontrarme con mis raíces y teniendo como epicentro operativo la casa paterna, mis nuevas actividades se concentraran en archivos, hemerotecas y bibliotecas con un proyecto inicial: examinar evidencias documentales que me permitan rescatar, preservar y difundir la historia de Armería.

Epílogo: También aprovecho el espacio para agradecer los pródigos comentarios que vía correo electrónico me han enviado muchos de mis lectores, paisanos y amigos, a quienes les comunico que con los datos que he recibido ya estoy trabajando para abordar, en próximas colaboraciones, los temas sugeridos.

*El autor es miembro del Consejo Estatal de la Crónica, la Asociación Colimense de Periodistas y Escritores, y la Asociación de Cronistas de Pueblos y Ciudades del Estado de Colima.

chavezmichel@colima.com
chavezmichel@gmail.com

Anónimo dijo...
Felicidades por su blog y le invito a que visite el blog de villa victoria, mich.

www.villavictoriamich.blogspot.com

Gracias por su comentario. Ya visité su blog y me parece muy interesante tanto por los datos que contiene como por la información que comparte. Mis ancestros paternos son de Chinicuila. Mi padre Miguel Chávez Vega nació en la Hacienda de Trojes. Mi Abuelo Emiliano Chávez Mendoza era originario de Coalcomán y mi Bisabuelo Sostenes Chávez Valladares fue oriundo de Villa Victoria. Mis tíos hablaban mucho de un tío abuelo al que le decían el tío "Cheno" y que respondía al nombre de J. Nepamuceno Chávez Valladares. ¿Será el que menciona en su página cómo Presidente Municipal en 1904?. Ojala me envié su Email para compartirle información de esa hermosa tierra. Reciba un Cordial saludo. Muy respetuosamente. Miguel Chávez Michel. chavezmichel@gmail.com

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Felicidades por su bloy y le invito a que visite el blog de villa victoria, mich.

www.villavictoriamich.blogspot.com

Anónimo dijo...

Que serian de usted entonces los Valladares? Leobardo Valladares, Amalia, Everardo, etc?

Anónimo dijo...

informações Awesome, muito obrigado ao escritor do artigo. É compreensível para mim agora, a eficácia ea importância é incompreensível. Mais uma vez obrigado e boa sorte!

Miguel Chávez Michel dijo...

Traducción del comentario anterior (del portugués al español):
“…Información impresionante, gracias al autor del artículo. Ahora para mi es comprensible la eficacia y la importancia. Gracias de nuevo y buena suerte!...”

Anónimo dijo...

Pensé que iba a comentar y decir que el tema limpio, ¿lo hacen por ti mismo? Es realmente impresionante!

Anónimo dijo...

Gracias por publicar esto, fue muy útil y le dijo a una gran cantidad

Anónimo dijo...

Acabo de añadir el feed a mis favoritos. Me gusta mucho leer sus mensajes.