miércoles, 14 de mayo de 2014

“Hipótesis sobre origen del nombre de Armería”


Con profundo respeto para quienes han escrito sobre este apasionante tema -que no son pocos- y con el sano propósito de contribuir con mis modestas investigaciones en el esclarecimiento exacto sobre el origen del nombre de nuestro pueblo, en esta colaboración, me permito examinar algunas de las hipótesis expuestas por voluntariosos autores, a quienes debemos, entre otras aportaciones, el rescate y preservación de muchos datos, que hoy, son fuente de consulta obligada para escribir nuestra historia local.

Cómo preámbulo a mi análisis, permítaseme, aclarar -primero- lo que significa el vocablo Armería. En efecto, desde el punto de vista etimológico, la palabra “Armería” se deriva del latín “armarium”, que expresa: "…lugar o sitio en que se guardan armas…". Más, si le agregamos la terminación conexiva “ia” que “…connota oficio, práctica o actividad…”, la expresión Armería significa: "...lugar o sitio especializado en la venta, almacén o fabricación de armas..."; luego entonces, el nombre de nuestro pueblo, nada tiene que ver con la connotación etimológica de la palabra Armería.

Por tratarse de una de las hipótesis que más transcriben no pocos autores, me referiré, en primer término, a la expuesta por mi caballeroso amigo Profr. Juan Oseguera Velázquez, quien en su "Directorio del Estado de Colima”, sostiene que "...que el nombre de Armería, tiene su origen en el hecho de que, en tiempos de la colonia, existía allí un destacamento de guardias virreinales que daban garantías a las conductas y viajeros que transitaban el Camino Real…” Y que, a este destacamento por "tradición popular" -inicialmente- se le conoció como "La Estancia de las Armas" y que años más tarde "por costumbre", se le denominó: "Estancia de la Armería", de donde, afirma, tomó su nombre lo que fue la "Hacienda de Armería", antecedente inmediato del "Pueblo de Armería".

Sobre este particular, está demostrado en serios estudios, de bien documentados investigadores, que la “…Nueva España nunca contó con un ejército regular…[1] Hubo sin embargo, diferentes tipos de milicias, por lo general poco numerosas y no permanentes, salvo excepciones, como la muy tardía Compañía de Lanceros de Veracruz, creada en el siglo XVIII. Esta aparente paradoja –en una tierra de guerras y guerreros- se explica, primero, como práctica heredada de los ejércitos de la conquista, que no estuvieron nunca formados por soldados profesionales, sino por aventureros dispuestos a arriesgar sus bienes, armas, caballos y vidas, a cambio de botín. Pero sobre todo, el que no se tratara de crear, y de hecho se evitara la formación de un ejército regular en la Nueva España se debió al temor de la Corona de que se convirtiera en el núcleo de la rebelión. Fue hasta la época de los Borbones, en la segunda mitad del siglo XVIII, cuando se realizaron los primeros intentos serios en el sentido de dar forma a un ejército regular”.

Continuando con esta vertiente de milicias y supuestas guardias Virreinales o de la Corona, Juan Carlos Reyes, nos demuestra en su acuciosa investigación que en Colima “…debido a la constante amenaza que representaban los piratas…” hasta el “…Siglo XVIII se organizaron compañías de “pardos” –mulatos-, bajo el mando de españoles…” hasta llegar a “…seis compañías de milicias: una de mestizos en el pueblo de San Francisco de Almoloyan, cuatro de pardos en Colima y una en la congregación de Tecalitlán…” (Concluye la cita), como puede observarse, no se hace ninguna mención a compañía o grupo de milicias en la entonces “Estancia de la Armería”, lo que nos invita -a concluir-, que está hipótesis, definitivamente debe desecharse.

En esta misma línea, los autores de la “Enciclopedia de los Municipios de México”, editada en 1999 por el Centro Nacional de Desarrollo Municipal, concuerdan con otros escritores, en el sentido que existen varias explicaciones sobre el origen del nombre de Armería, insistiendo, que “...que ahí se "Armaban barcos", otra que existía una hacienda denominada con ese nombre; También se sabe que en los tiempos de la colonia existía en ese lugar un destacamento de guardias virreinales que daban garantías a las "conductas" y viajeros que transitaban por el camino real de Colima; posteriormente una hacienda fue el punto de partida del núcleo de población...”

Ahora bien, utilizando la técnica de separar las ideas principales, mis reflexiones, procuraré explicarlas a través dos vías:

Primera. Se afirma, que “...ahí se "Armaban barcos"...” Sobre improbable aseveración, desde mí muy particular percepción y por falta de evidencias históricas esta hipótesis también debe rechazarse ya que en Armería “nunca se armaron barcos”, lo que quiere decir, que ésta es una generosa imprecisión. Ha mayor abundamiento, desde el punto de vista lingüístico un lugar donde se “arman barcos” recibe el nombre de “astilleros”, luego entonces, esta aseveración nada tiene que ver el vocablo de “Armería”, como líneas arriba quedó anotado.

Segunda. Armonizando con la mayoría de los autores, también, erróneamente se consigna  “...que en los tiempos de la colonia existía en ese lugar un destacamento de guardias virreinales que daban garantías a las "conductas" y viajeros que transitaban por el camino real de Colima...”. Sobre este particular, ratifico que en la “…Nueva España nunca contó con un ejército regular…, luego entonces, las supuestas “guardias virreinales” solo se localizan en ficciones, cuentos y fantasías, que nada tienen que ver con el origen de mi pueblo y menos aún con su toponimia.

En efecto, no hay documentos históricos o vestigios que comprueben fehacientemente que en Armería haya existido el trillado “destacamento de guardias virreinales”. Lo que sí está comprobado, es el hecho, que en la segunda mitad del siglo XVIII se formaron en la provincia de Colima  “…seis compañías de milicias: una de mestizos en el pueblo de San Francisco de Almoloyan, cuatro de pardos en Colima y una en la congregación de Tecalitlán…”[2], por lo tanto, tampoco existieron “compañías de milicias” en lo que hoy es Armería.

Siguiendo en este complicado laberinto de textos, crónicas y contextos, mi estimado amigo Miguel Ruelas Jaramillo en su maravilloso libro: “ARMERÍA, Pueblo joven que lucha por encontrar su propio destino”, nos comenta que siendo alumno de la primera escuela rural federal “Revolución” (1947) sus maestros le enseñaron que el origen del nombre nuestro pueblo, “...se remonta al siglo XIII, cuando el río Armería era caudaloso y en la margen derecha, los aborígenes armaban balsas de madera para cruzar el río...”; y continuando con su exposición nos relata: “...Luego, cuando por acá llegaron los misioneros españoles, al encontrarse con este puñado de seres humanos organizados y capaces, que tenían una destreza singular para armar sus balsas y navegar en las correntadas del río, al dar información a los superiores eclesiales, se expresaban que “a orillas del río estaba una Almería ” y estos jerarcas de los misioneros, a su vez los reportaron a los jefes militares conquistadores como una “Armería” de armas...”, y amplía sus comentarios: “...O sea; misioneros y militares, calificaron el nombre, conforme a su propio ángulo de vista y, a sus particulares intereses, el nombre de ese ancenstral y pequeño asentamiento humano nacería con esa dualidad, de místicos ALMEROS católicos y ARMEROS militares de la Conquista Española...” y concluye: “...por muchísimos años persistió esa , hasta que la Corona Española, les consintió mas beligerancia a los militares... luego estos descendientes de los criollos españoles... Dejaron de usar el vocablo para mencionar La ...” De lo anterior deduzco, que para los maestros del “filosofito” el origen del nombre de “Armería” tiene dos vertientes: de o de .  Analicémoslas:

Por lo que se refiere a la vertiente de “Armería” de “armeros”: no hay documentos históricos o vestigios, ni del siglo XIII o posterior a la conquista, que comprueben fehacientemente que en las márgenes del hoy Río Armería haya existido un grupo de “armeros de balsas”. Por lo que se refiere a la vertiente de: “Almería” de “almas”, con todo espeto, la considero un poco más fantasiosa que real.

Continuando con tema de los “armeros”, en una ocasión el Lic. Raúl Arias Luna me comentaba que uno de los lugareños le había expresado que nuestro pueblo tomo su nombre de los “...armeros del puente del ferrocarril...”, a lo cual le contesté que esa era una nueva mentirigilla, dado que la vía del ferrocarril, en su tramo de Armería a Manzanillo se había iniciado en 1881, en tanto que, desde 1687 ya se tienen noticias de la entonces ranchería de Armería.

En otra dirección, el Padre Salvador Murguía en un ensayo escrito sobre la Parroquia de Tecomán consigna: “…algunas personas afirman que se denomina Armería porque había una familia con ese nombre. Todas las casas eran de palapa o de sácate y no había Capilla. Cuando el Sr. Cura de Tecomán iba a celebrar la Santa Misa tenía que celebrarla en casa particular, que en algunas ocasiones fue la de Don Serapio Sánchez…”[3] (concluye la cita). Sobre esta vertiente, comento, que desde 1989 tengo comunicación con Don Alfonso Armería Mondragón, jubilado ferrocarrilero que actualmente radica en la ciudad de Aguascalientes, con quien estamos esclareciendo el origen del apellido “Armería” mediante un estudio del árbol genealógico de su familia; luego entonces, en esta dirección, no hemos encontrado documentos, que prueben alguna relación de sus ancestros u otras familias de apellido “Armería” con la entonces “ranchería” o “hacienda de Armería”.

Para concluir, la hipótesis con mayor sustento documental e histórico,  es la que nos presenta en su libro la Los pueblos del Valle de Tecománel Pbro. Roberto Urzúa Orozco, quién apoyándose en registros de los libros de la Parroquia de Santo Santiago de Tecomán, revela que en “…1687 se registraron 5 entierros del Rancho de Almería …”; consecuentemente, sostiene que el nombre de Armería proviene por “corrupción” de “Almería”.

Con el mismo tema, en su Trilogía Histórica de Tecomán”, el Pbro. Roberto Urzúa Orozco escribe: “…Armería, corrupción de Almería, ciudad capital de su homónima provincia española y verdadero origen del nombre del pueblo, que se había trasladado del margen del río a una legua más al sur desde el año de 1875 no llegó a tener una población autóctona ni constante, sino hasta principios de este siglo en que se estableció donde hoy se encuentra; pero se vino a consolidar cómo pueblo en el año de 1932 cuando por los maremotos del mes de junio los numerosos habitantes de esa región costera se concentraron en dicho lugar…”

Con el ánimo de estudiar con mayor profundidad la hipótesis que nos ofrece el Pbro. Roberto Urzúa Orozco, en marzo de 2005 estando de visita en España, visité la provincia de Almería y ahí indagué que el vocablo “Almería se deriva del árabe andalusí “al-mariyya”, dicción que se compone de los vocablos “al” que expresa “lugar” y “mariyya” término que a su vez se forma de “mara´a” que enuncia los verbos “observar o vigilar”; lo que quiere decir, que la “Almería” hispano-islámica significa “lugar que se observa o vigila”.

Para explicarme el origen del vocablo “Almería”, en ese Ayuntamiento se me explicó, que 400 años a.c., ésta región, eminentemente comercial y pesquera, pasó de los Griegos a los Fenicios y que aquí en el año 200, (a.c.) durante las Guerra Púnicas, Anibal, orgnizó su ejército para emprender por tierra “la conquista de Roma”, objetivo que lo llevó a la derrota.  Una véz que los romanos ampliaron su imperio en los litorales del mar mediterráneo, denominaron a ésta región “Portus Magnus”.

El nombre de “Almería” surge con la ocupación musulmana que inicia en el siglo X, fecha en que se construye una “alcazaba” (fortificación) con su respectiva “Atalaya” (Torre) para vigilar la vahía de “vayyana”, de ahí su nombre de “Almería”, <lugar que se observa y vigila con el propósito central de custodiarla de posibles invasiones>.

Así, la ciudad española-musulmana de “Almería” fue fundada por en el año 955 por el califa Abderramán III y hasta el año de 1489 se incorporo a la Corona de Castilla.

                                                                                                       Colima, Col. 13 de mayo de 2014

Miguel CHÁVEZ MICHEL
Cronista Municipal de Armería





[1]REYES G., Juan Carlos.La Antigua Provincia de COLIMA. Siglos XVI al XVIII. Tomo II de la Historia General de Colima”. Coedición de la Universidad de Colima, Gobierno del Estado, Instituto Colimense de la Cultura y Coordinación Nacional de Descentralización. Páginas 204 y 205.

[2] REYES G., Juan Carlos. Obra citada.
[3] MUNGUÍA S, Salvador.INFORME SOBRE LA PARROQUIA DE TECOMÁN”, Documento que rescata el Pbro. Crescencio Brambila en su libro “EL OBISPADO DE COLIMA, Apuntes Históricos, Geográficos y Estadísticos. Colima 1964. Página 242  

miércoles, 26 de marzo de 2014

Personajes de Colima: "Miguel Chávez Michel"

Revista Colima es... Tu historia. Tu tradición. Tu espacio

Profr. Ramón Serrano Ahumada
Colima, Col. Marzo de 2014


Miguel Chávez Michel, catedrático universitario, orador, crónista municipal, politólogo, columnista, analista político y destacado liberal colimense. Es originario y vecino de Armería, estado de Colima, México. Nació el 8 de octubre de 1947, fue el tercero de doce hermanos, hijo de Miguel Chávez Vega y Magdalena Michel Araiza. Tiene dos hijos: Carlos Alberto Chávez López (Licenciado, Maestro y Doctor en Educación Física) y Glenda Oralia Chávez López, quién además de Maestra en Trabajo Social, es licenciada en Psicología y en Ciencias de la Comunicación.


El Maestro Miguel Chávez Michel es licenciado en Ciencias Políticas y Administración Pública y licenciado en Educación Media Básica y Media Superior, con especialidad Historia. Ambas carreras cursadas en la Universidad de Colima. Además es diplomado en “Habilidades Docentes” por el Instituto Tecnológico de Monterrey. Campus Colima y, realizó estudios en “Partidos Políticos y Sociedad Global” en la Universidad  Complutense  de Madrid, España.

En su larga carrera académica, de 1974 a 1981 fue catedratico en la Escuela Técnica de Agricultura y los bachilleratos de Armería y Tecomán. De 1981 a 2008, año en que se jubiló, fue maestro de tiempo completo en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de Colima, en donde fue Director (1983-1985). Como funcionario universitario desempeñó varios encargos, entre otros, fue Delegado Regional No. 3, Campus Colima (1985-1988), Director del Centro de Estudios de Opinión Pública. CEOP (1994-98), Subdirector de Capacitación del Centro Universitario de Apoyo a la Productividad. CEUNAPRO (1998-2003) y Asesor Técnico de la Coordinación General de Vinculación de la Universidad de Colima (2003 - 2008). También fue Presidente fundador (1985-1988) de la Federación de Egresados de la Universidad de Colima (FEUC).

Es un apasionado de la política, actividad que práctica, por convicción y formación. Vive para la política, no de la política. Como militante del Partido Revolucionario Institucional, desde muy joven, incursionó en esta actiuvidad, en donde ha destacado como dirigente, impulsor de jóvenes y formador de nuevos cuadros. A sido Presidente del Comité Municipal del PRI en Armería en tres ocasiones (1973-1975), (1977) y (1979) y en el Comité Directivo Estatal del PRI se ha desempeñado como Secretario de Organización (1979-1983), Oficial Mayor 1983-1986), Presidente Fundador del Instituto de Capacitación y Desarrollo Político, Filial Colima (1997-1999), Secretario de Operación Política (1999-2000), Secretario Técnico (2002-2005) y Presidente de la Comisión Estatal de Procesos Internos del PRI, cargo que desempeña desde el año 2005.

En la administración pública fue Secretario del Ayuntamiento de Armería (1974-1976) y Presidente Municipal de Armería (1989-1991) y desde 1996 ocupa el cargo de Cronista de Armería.

Como destacado miembro del Círculo Liberal Colimense, después de escalar una larga carrra de grados simbólicos y filosóficos, fué venerable Maestro de la Logia Acacía No. 1 (1988-1989), Secretario (1992-1994) y posteriormente, Muy Respetable Gran Maestro de la Gran Logia “Sur Oeste” del estado de Colima (1994-1996). Además, ocupó el cargo de Presidente del Círculo Liberal Colimense (1994-1996) y Secretario de Finanzas de la Confederación Nacional de Grandes Logias Regulares de los Estados Unidos Mexicanos (1995-1997).

Entre sus actividades sociales, es miembro activo del Club de Leones de Armería, A.C., de la Asociación Colimense de Periodistas y Escritores, (ACPE), de las Asoción de Cronistas de Pueblos y Ciudades del Estado de Colima, de la Confederación Nacional de Cronistas de Ciudades Mexicanas y asociado fundador de la Sociedad Colimense de Estudios Históricos.
Como columnista, ha sido colaborador del periódico “Diario de Colima (Crónicas de Armería) y, como analista político, ha participado con sus opiniones en el programa de “Ángel Guardián” de la estación colimense XERL del grupo Radiolevy.

Entre los muchos diplomas y reconocimientos con que lo han distinguido a lo largo de su carrera, el 26 de mayo de 2008, LV Legislatura del H. Congreso del Estado, en Sesión Solemne, le entregó un reconocimiento por su trabajo de toda una vida como Académico, Servidor Público y como Cronista de la Ciudad de Armería. El 11 de marzo de 2011, el Partido Revolucionario Institucional le entregó la presea al Mérito Militante “Antonio Salazar Salazr”. En la Universidad de Colima, recibió las preseas, “José Beítez Ochoa” (1989), “Gral. Pedro Torres Ortíz” (1994) y “Universidad de Colima” (1999). El 10 de noviembre de 1996, la “Gran Logia Sur Oeste” del estado de Colima le otorgó la presea “Cuchara de Oro” y el Título de “Gran Past Master”, máximo galardón que se otorga a los miembros de esa institución.

Además de sus crónicas, ha publicado varios ensayos y libros, entre los que destacan, “Historía Gráfica de Armería” (1986) y “Armeria. Una Vista al pasado” (2009). También es coautor de los libros “Pasajes de la Revolución en el Estado de Colima” (2010) y “Geografía de los Municipios de Colima” (2012). Estos dos últimos, ediciones de la Asociación de Cronistas de Pueblos y Ciudades del Estado de Colima.