viernes, 9 de mayo de 2008

Cuyutlán: destino turístico de vocación popular

Publicado en Diario de Colima
Domingo 30 de marzo de 2008

Miguel CHÁVEZ MICHEL*

Cuyutlán, tierras de sal y mar abierto de todos los tiempos, playa de fuerte oleaje afamado por su hermoso espectáculo de la “ola verde”, blancas espumas e imponentes crepúsculos en sus fantásticos atardeceres, desde tiempos inmemorables ha sido y sigue siendo, lugar propicio para el turismo social, en donde, por generaciones, con fines de diversión y recreación, estirpes del occidente de la república se organizan para viajar en períodos vacacionales y en su mayoría, pernoctan en posadas, casas familiares, carpas o tiendas de campaña, estas últimas, levantadas sobre la playa de obscurecidas arenas.

Allí, alrededor de una fogata, bailando o cantando, jugando o discurriendo las horas de la noche en amenas charlas, ingeniosas bromas o graciosas picardías, en más de una ocasión, la luminosidad de la luna y el sonoro estruendo de las olas del inmenso océano, por décadas, han sido sigilosos testigos de reforzamiento de amistades, consolidación de noviazgos, desgarro de corazones o rompimiento de añorados compromisos.

En efecto, Cuyutlán por su vocación de playa abierta es un destino turístico de inclinación predominantemente popular y centro vacacional de superior tradición en el estado, por consiguientemente, su mayor afluencia de visitantes se presenta en temporadas navideñas y de semana santa. En mínima proporción, los fines de semana.

La palabra Cuyutlán, se deriva del nahuatl “coyotl” que significa “coyote” y la terminación “tlan” que connota “lugar de..”, luego entonces, atendiendo las raíces del vocablo, Cuyutlán significa “lugar de coyotes”.

Una cita antigua de esta zona, la encontramos en la "Relación breve y sumaria" (1554) del licenciado Lorenzo Lebrón de Quiñónez, cuando menciona a “Coyutlan”, como sitio productor de sal desde la época precortesiana y ancestral balneario de mar abierto. Ciertamente, Cuyutlán, también ha estado muy vinculado a la producción de sal orgánica, famosa y muy apreciada por su grano blanco y grande. Desde tiempos pretéritos la explotación de sus salinas se inicia en febrero y concluye en el mes de mayo. Por lo tanto, su producción atrae cientos de jornaleros que le dan vida al centro de población y concluida la temporada regresan a su lugar de origen (Villa de Álvarez y Comala).

Gracias a las ricas ofrendas de cerámica precortesiana localizadas en su suelo, podemos afirmar, que desde tiempos arcaicos fue habitado por pueblos primitivos, cuyos principales centros de población se localizaron en lo que hoy se conoce con los nombres de “Tepalcates”, “El Ciruelo”, “Cuyutlancillo” y “Palo Verde”.

Entre encomiendas, mercedes, juicios, remates y sucesiones, la tenencia de la tierra y sus salinas, fueron usufructuadas, entre otros, por los conquistadores Juan de Iniestra y Alfonso Martín de Trejo. Luego fueron propietarios el capitán Rodrigo de Brizuela y el alférez real Bartolomé de Brizuela. Posteriormente, la poseyó el Conde de Regla don Pedro Romero de Terreros, su nieta la Marquesa de Herrera, don Francisco Santacruz Escobosa, Doña Clemencia Ceballos viuda de Santacruz, Francisco Santacruz Ramírez, Juan R. Salinas, Catalina y Salvador Echeverría y finalmente, en el primer tercio del siglo veinte, la hacienda de Cuyutlán fue fraccionada en un poco más de cuarenta pequeñas propiedades y la creación de los ejidos Cuyutlán y Luis Echeverría Álvarez.

Durante la guerra de reforma, el Presidente Benito Juárez en su peregrinar por la República, le concedió a Colima el honor de erigirse en sede del gobierno constitucionalista del 25 de marzo al 11 de abril de 1858. Tras permanecer 15 días en la capital del Estado, en su trayecto al puerto de Manzanillo, el benemérito se hospedó en Cuyutlán de la tarde del día 8 a la mañana del 9 de abril.

Ante la falta de vías de comunicación entre el puerto de Manzanillo y la ciudad de Colima, ya que la vereda que bordeaba la laguna de Cuyutlán, en los períodos de lluvias era intransitable, a iniciativa del Cónsul Norteamericano Augusto Morril, en 1871 se puso en servicio un "vaporcito llamado Colima" que navegó de Manzanillo a Cuyutlancillo, en este contexto y con la finalidad de ampliar los servicios de navegación hasta el río grande, el ingeniero Rosario Banda, aprovechando el cause del estero “Palo Verde” proyectó un canal que comunicara la laguna de Cuyutlán con el río Armería, dragado que se inicia en 1874 pero que no fue concluido, ya que este medio de comunicación funcionó hasta el año de 1882 en que se inauguro la vía angosta del ferrocarril.

La palma de coco es una planta originaria de las costas del pacifico sur de Asia. Fue traída a América por el navegante Álvaro de Mandaría, quien arribo al puerto de Santiago de Colima en 1569 procedente de las islas Salomón. Con la ayuda de esclavos filipinos llamados: “indios chinos”, los españoles realizaron en Cuyutlán las primeras plantaciones del cocotero y aprendieron su uso integral, aprovecharon el fruto, su madera, palapas, estopa e inclusive su sabia, que se deleita en exquisita “tuba”.

Con la construcción de la vía angosta del ferrocarril en 1882 esta zona se integró, primero, con el puerto de Manzanillo y la ciudad de Colima y posteriormente en 1908 con otras metrópolis del país. Aquí, en 1882 se registró la primera huelga obrera en el estado (150 trabajadores del ferrocarril protestaron porque se les rebajaron los salarios de $ 0.75 a $ 0.62 centavos diarios).

Iniciado el itinerario del ferrocarril de Manzanillo a Colima, los señores Seferino Pinzón y Narciso Palencia principiaron en 1887 la incipiente industria hotelera con la construcción del “Hotel Pacífico”. En 1896 don Manuel Ceballos ingresa a la empresa en lugar del Sr. Palencia. En 1905 el Sr. Huarte adquiere las acciones del Sr. Pinzón y en 1910 don Manuel Ceballos queda como único propietario del inmueble transformándolo, con una nueva edificación, en “Gran Hotel Ceballos”.

A partir de 1908 en que fue inaugurado el ferrocarril de Guadalajara a Manzanillo por don Porfirio Díaz la afluencia de turistas fue aumentando principalmente en las temporadas navideñas y de semana santa. Con motivo de este acontecimiento don Francisco Santacruz Ramírez edificio los hoteles “Uno” y “Dos”. Posterior al ciclón de 1918, don Enrique Ceballos Cárdenas, hijo de don Manuel Ceballos construye el segundo edificio del “Hotel Ceballos”. En 1920 don Rafael Agraz erigió el “Hotel Zapotlán” y en 1931 se construyó el “Hotel Madrid” administrado por don Vicente Bayardo.

Ante el crecimiento de este centro de población, el 9 de diciembre de 1911, por Decreto del H. Congreso del Estado, el balneario de Cuyutlán, fue elevado a la categoría de pueblo. En ese año, el poblado se localizaba entre el actual jardín y la estación del ferrocarril y sus rústicas viviendas eran construidas con palapa o tejamanil. En la zona de playa además del gran “hotel ceballos” y los hoteles “Uno” y “Dos” se encontraba la casa de la familia De la Madrid. Eran construcciones de madera y frente a ellas, solo en períodos vacacionales, se instalaban enramadas en donde había cuartitos con divisiones de palapa que servían para que los bañistas se desvistieran y se quitaran el agua salada del mar mediante jicaradas de agua dulce que se colocaba en tambos o piletas de ladrillo

Para los efectos de proporcionar un mejor servicio a los bañistas de la época, don Manuel Ceballos adquiere en 1911 un “tranvía de mulitas” para transportar a los pasajeros de la estación a la playa. En ese mismo año se instaura la práctica de colocar frente al océano “sombrillas de playa” y “sillas de descanso”, así como un “caminito de tablitas” del hotel a la orilla del mar. Hábitos que afortunadamente aun se conservan.

En 1924 el gobernador Gerardo Hurtado Suárez atendiendo el entusiasmo de los señores Daniel Inda, Nicasio Barreto y don Enrique Ceballos Cárdenas se inicia la construcción de una brecha de Colima a Cuyutlán por el cerro de salada, en lo que posteriormente sería el trazo de la carretera nacional. En junio de 1927, los cristeros al mando de José Gómez entraron al poblado de Cuyutlán y quemaron la finca propiedad del entonces Gobernador Solórzano Bejar.

Entre el 3 y el 9 de junio de 1932 se registraron en todo estado fuertes sismos, cuyas réplicas continuaron los siguientes días, por consiguiente, a las 7 de la mañana del 22 de junio de 1932 se registra un maremoto, cuyas aguas llegaron hasta la estación del ferrocarril en donde también fueron atendidos los damnificados. Por este fenómeno, la mayoría de sus habitantes cambiaron su residencia a la entonces ranchería de Armería.

Para la reconstrucción de Cuyutlán, en 1937 el gobernador Miguel G. Santana integró un comité de la siguiente forma: Presidente don Carlos Ceballos Silva, Secretario don Alfonso de la Madrid Castro y Tesorero el Sr. Eduardo Brun. Este grupo, entre otras obras logró la construcción del malecón de Cuyutlán al que se le denominó “Paseo de los Estados”, ya que todas las entidades de la republica participaron con donativos para su edificación. Por ello, en gratitud, se colocaron en las bancas de granito, los nombres y escudos gravados en porcelana poblana, de todos y cada uno de los entonces 29 Estados, 2 Territorios y un Distrito Federal. El malecón que une a la zona hotelera con la playa fue inaugurado en 1938. En respuesta al entusiasmo de “don Caco Ceballos”, en 1940 se inició el servicio de trenes dominicales de Colima a Cuyutlán. Destino que funcionó hasta la inauguración de la carretera al balneario (1952).

En 1944, don Carlos Ceballos Silva y el nadador Francisco Vizcaíno Fernández organizaron el primer cuarteto de salvavidas en el Estado. Entre los iniciales bañistas se encontraban: Manuel Michel Corona “el Chino”, Salvador Madrid “El Güero”, Víctor Vázquez “El Cirulín” y Pablo Torres “la Jaiba”. En las siguientes décadas se fueron integrando, entre otros, Gil Cabrera Gudiño “el Zarco”, Manuel Ochoa “el Cordobés”, Miguel Toscano “el Chivis”, Ramón Cruz “el Panocho”, Ramón Moreno “el Excelente”, Héctor Vega “el Gacho” y Guillermo Morales “el Jarros”.

Por gestiones del gobernador Lic. Manuel Gudiño Díaz, en 1945 se inauguró el servició de tren nocturno. Primero, solo los días santos de Guadalajara a Cuyutlán y posteriormente hasta su liquidación en la década de los ochenta, tres veces a la semana de Guadalajara a Manzanillo.

En 1955 a petición del presidente municipal de Manzanillo Felipe Guzmán Mesina el gobernador Gral. J. Jesús González Lugo se cambiaron las viejas bancas del malecón por jardineras laterales y se instauró, con seis farolas, el servicio de iluminación eléctrica, para lo cual, con la colaboración de los hoteleros, se adquirió una pequeña planta de luz.

En 1969 siendo presidente municipal de Armería don Rosalío Gonzáles Espinosa y gobernador del Estado el profesor Pablo Silva García, se colocaron en el malecón, con vista al mar, potentes reflectores de luz, con lo que, por las noches los paseantes admiraban el imponente y fuerte oleaje con su blanca espuma. En 1975 el gobernador Arturo Noriega Pizano, en forma lateral a la vía del ferrocarril, construyó por el médano la carretera de Cuyutlán a Campos (actual trazo de la autopista a Manzanillo).

Con el apoyo del Ingeniero Carlos Vázquez Oldenburg, siendo Presidente Municipal quien esto escribe, el gobernador Elías Zamora Verduzco autorizó y se construyó en 1990 la ampliación del malecón hasta la extensión que actualmente tiene. En días pasados, el gobernador Silverio Cavazos Ceballos inauguro, entre otras importantes obras, la primera etapa de la remodelación del malecón de Cuyutlán. Además, la actual administración municipal que preside mi amigo Juan Manuel Covarrubias Leyva ha organizado la primera y segunda edición del “Carnaval en Cuyutlán”, evento que tiene el propósito central de reactivar la economía de este importante balneario.

Como podrá observarse, Cuyutlán, desde siempre, por su fuente de trabajo que periódicamente generan sus salinas y por su vocación para el turismo social (mayoría de sus visitantes), que por circunstancias inherentes a los ciclos vacacionales en que laboralmente se encuentran inmersos, tienen la costumbre de visitarnos solo en dos períodos al año y acampar en la playa, tradición, que no debe perderse.

En esta tesitura, mejorando su gastronomía y no matando a la “gallina de los huevos de oro”, con actitudes incluyentes y propositivas, prestadores de servicio, habitantes y autoridades, debemos de unir voluntades y esfuerzos para que juntos encontremos alternativas que nos permitan atraer turistas en períodos no vacacionales y convencerlos ofertando mejores productos y excelentes servicios a otros segmentos de viajeros y paseantes. Digamos NO a la confrontación y SÍ a su reactivación económica. Cuyutlán lo merece y Armería lo necesita.

Créditos. Los datos aquí relatados fueron compilados, entre otras lecturas, de las crónicas: “De lejos y a mi alrededor” de Carlos Ceballos Silva y “Sucedió en Cuyutlán” de Gil Cabrera Gudiño.

*El autor es miembro del Consejo Estatal de la Crónica, la Asociación Colimense de Periodistas y Escritores, y la Asociación de Cronistas de Pueblos y Ciudades del Estado de Colima.

chavezmichel@colima.com
chavezmichel@gmail.com

COMENTARIO:

J. Guadalupe Preciado Delgado
Para chavezmichel@gmail.com
Fecha: 6 de mayo de 2008 11:54
Asunto: Saludos

Lito:(con todo respeto). Mi Nombre es J. Guadalupe Preciado Delgado, hijo de Don Lupe Preciado. Vivo en Los Ángeles California. He leído las crónicas que has escrito acerca de nuestro Armería y me parecen muy interesantes. De hecho esta madrugada estuve leyendo por casi una hora y la manera que lo escribiste es atractiva y amena.

Mira; mi hijo esta cursando el tercer grado de primaria y la maestra que tiene es de ascendencia centroamericana, mas específicamente su padre es del Salvador y la mamá de Honduras. Me comento días atrás, que su bisabuelo materno era originario de la ciudad de Colima y que había sido enviado a Honduras a estudiar. Según ella el apellido de su bisabuelo era Quintero. Inclusive, dice ella que tienen una foto por allí en la cual aparece él en la ciudad de Colima. Ella me mostró mucho gusto al saber que yo era del estado de Colima y esta muy interesada en conocer o saber si tiene familiares en Colima. Creo que me menciono, que los familiares de su bisabuelo tenían una ferretería en la ciudad de Colima. Existe la posibilidad de que puedas ayudarla? o a quien tendría que recurrir para esto? Yo creo que estas muy ocupado, pero si tienes tiempo, por favor escríbeme y dame ideas.

OH se me olvidaba. Quien es la mujer que fue presidente municipal después Ernesto Márquez? Tiene alguna relación con Ernesto?. Muchas gracias por darte el tiempo de leer este correo y por favor ignora mis faltas de ortografía. Hasta luego y muchas felicidades por tu trabajo. Sinceramente tu servidor. J. Guadalupe Preciado Delgado

RESPUESTA:

J. Guadalupe Preciado Delgado

Estimado Paisano y amigo:

Gracias por decirme “Lito” mote QUE CON GUSTO LE PERMITO A MIS PAISANOS Y AMIGOS. Con agrado leí tu amable correo por el que recibí la estimulante noticia que mis coterráneos radicados en Estado Unidos, a través de mi cuadernillo web, están enterados de mi modesto esfuerzo cibernético, que tiene el propósito central de rescatar, preservar y difundir la historia de nuestro pueblo. Luego entonces, en correspondencia a tus generosos comentarios mucho agradeceré que por esta vía me comuniques tu domicilio para enviarte un pequeño libro titulado “ARMERÍA, UNA VISTA AL PASADO”, el cual se encuentra en imprenta y que presentaré a la sociedad armeritense el próximo 25 de mayo del año en curso.

Con relación a la inquietud de la maestra de tu hijo y relativo a su bisabuelo materno de apellido Quintero, coméntale que con gusto indagaré los antecedentes de las familias Quintero de Colima, para lo cual le solicito, ya sea en forma directa o por tu conducto, el nombre completo de su bisabuelo o cuando menos, además del apellido paterno (Quintero) el segundo apellido (materno). Por el momento procederé a investigar que familias Quintero son o han sido propietarios de algunas de las ferreterías de la ciudad de Colima.

Pasando a la última de tus preguntas la Presidenta Municipal posterior a Ernesto Márquez Guerrero fue la Sra. María Lourdes Márquez Jiménez y no tiene ningún parentesco con Ernesto Márquez. Ha mayor abundamiento, te comparto que la Señora Lourdes es originaria de la ciudad de Colima y desde hace un poco más de veinte años radica en el balneario de Cuyutlán.

En este contexto te comparto la siguiente información:

Presidentes Municipales.

Número Nombre Período Partido Político
1 Rosalío González Espinosa (1968-1970)(PRI)
2 J. Félix Delgado Velázquez (1971-1973)(PRI)
3 Salvador Mora Nolasco (1974-1976)(PRI)
4 Víctor Manuel Jaramillo Carrillo (1977-1979)(PRI)
5 Rosa María Espíritu Macías (1980-1982)(PRI)
6 Salvador Virgen Orozco (1983-1985)(PRI)
7 Cesáreo Muñiz Sosa (1986-1988)(PRI)
8 Miguel Chávez Michel (1989-1991)(PRI)
9 Roque Brambila Alvarado (1992-1994)(PRI)
10 Carlos Cruz Mendoza (1995-1997)(PRI)
11 Rubén Vélez Morelos (1998-2000)(PRI)
12 Rosa Elena Pérez Carrillo (2000)(PRI)
13 Beatriz Guadalupe Izunza Burceaga (2000-2003)(PAN)
14 Ernesto Márquez Guerrero (2003-2006)(PRD)
15 María Lourdes Márquez Jiménez (2006)(PRD)
16 Juan Manuel Covarrubias Leyva (2006-2009)(PRI)

Te saludo con afecto. Tu amigo siempre. Lito.

RE: Gracias Amigo
De: J. Guadalupe Preciado (jpreciado@directrac.com)
Enviado: lunes, 12 de mayo de 2008 08:07:59 p.m.
Para: Miguel Chávez Michel (chavezmichel@hotmail.com)

Lito; Me dio mucho gusto que contestaste a mi correo. He estado leyendo mucho tus crónicas y me parecen muy interesantes. Leí lo que escribiste acerca del origen de nuestro querido pueblo y de donde obtuvo su nombre. Lo que más me gusta, es que tienes argumentos para sostener lo que escribes. En el mes de Enero fui a visitar a mis Padres y platique con Israel Chávez (el chino) y me contaba historias de cuando cuidaba el ganado de tu tío Cheno. Todo era bonito en sus días. Había mucha paz en nuestro pueblo. Oye, me gusta como en tus historias hablas del carisma que tenían algunos de los personajes de la historia de Armería. Me conmovió mucho cuando hablas del Chato Covarrubias. Por cierto, una muy fina persona. Me acuerdo también de Don Eduardo Michel Fontecha, de su esposa: Esperanza Retolaza. Sabes Lito, cuando yo empecé a darme cuenta que tu existías en Armería, yo creía o tenia la idea que tu pertenecías la izquierda conservadora del PRI., o que estabas levantando un nuevo movimiento político. Pero con el tiempo me di cuenta que eres priíista de hueso colorado. Sigue escribiendo mas historia. Me gustaría que escribieras biografías de nuestros viejos, que nos hablaras de sus raíces, de donde vinieron, etc.

Respecto a la maestra de mi hijo, ya le di el domicilio de tu correo electrónico, para que tu escriba, esta muy entusiasmada. Ella dice que su Mama decía tiempo atrás que ella creía que tenia sangre Mexicana porque le gustaba la música ranchera. Así que espera noticias de Ella. Lito, cuando tengas alguna oportunidad, salúdame a tu hermana Nena, algunas veces platique con ella y se me hacia una persona muy agradable.

Bueno Lito, échale muchas ganas y no te canses de escribir. Gusto en saludarte sinceramente: J. Guadalupe Preciado.

CORREO RECIBIDO
Miguel Chávez Michel
Ante todo, una felicitación, su blog esta muy bueno. Mi nombre es Néstor Corona Morales, soy estudiante del Doctorado en geografía que oferta la UNAM, en su campus Morelia (Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental). En estos momentos estoy comenzando a desarrollar mi tesis que lleva por titulo "Evaluación de vulnerabilidad a tsunamis en Cuyutlán, Colima". Una parte importantísima para dicho trabajo, es la reconstrucción gradual del poblado de 1932 a la fecha. Por tal motivo, la información que usted publica es de suma importancia para mí. Titululé a este mail, agradecimiento, debido a que la labor que usted realiza en pro de la divulgación de la cultura del estado, me parece admirable. Atte.
Néstor Corona Morales

RESPUESTA:
No sin antes agradecer sus generosos comentarios le comparto la enorme alegría que me causa la grata noticia que su trabajo de tesis de doctorado lleva por título "Evaluación de vulnerabilidad a tsunamis en Cuyutlán, Colima", en donde, sin duda alguna, se estudiará profesionalmente, la gradual reconstrucción del poblado de Cuyutlán, devastado, con motivo del maremoto (tsunami) registrado el 22 de junio de 1932. Si en algo puedo ayudar, con su orientación metodológica, me pongo a sus respetables órdenes. Ignoro si conoce Cuyutlán o si es originario del Estado de Colima, así cómo, las motivaciones que lo llevaron a elegir este apasionante tema. Independientemente de ello, reciba mi entusiasta felicitación. Hago votos para que una vez que concluya su tesis, la comparta con los compañeros cronistas del estado de Colima. Quedo a sus respetables ordenes. De usted. Muy respetuosamente. Miguel Chávez Michel.
8 de octubre de 2009

CORREO RECIBIDO

María Elena Zaragoza dijo...
Hola Lito leí sus artículos y me dejo el ojo cuadrado muchas felicidades es muy lindo ver la historia de Armería ya que cuando uno esta cercas no se interesa igual por la historia que cuando uno vive legos y empieza asentir la nostalgia de estar tan lejos pero gracias a dios que usted escribió todo esto para que no lo olvidemos a nombre de todos los del Estado de Colima le doy muchas gracias y espero conocerlo muy pronto. Atentamente. María Elena Zaragoza de Seattle Wa.
6 de diciembre de 2008 14:28

RESPUESTA:

Gracias por sus comentarios. Cuando visite Colima no dude en contactarme. Reciba un cordial saludo. Miguel Chávez Michel

Primer Ayuntamiento 1968-1970

Publicado en Diario de Colima
4 de marzo de 2007

Miguel CHÁVEZ MICHEL*

CUANDO la ranchería de Armería fue elevada a la categoría pueblo, según el decreto número 44, expedido el 29 de abril de 1935 por el H. Congreso del Estado, formaron parte de su jurisdicción los comisariados municipales de Cuatán, Cualata (hoy Venustiano Carranza) Independencia y Periquillo. Todos ellos, dependientes del municipio de Manzanillo.

El 26 de mayo de 1967, mediante decreto número 119, se reformó el artículo 104 de la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Colima, para erigir al entonces pueblo de Armería en el décimo municipio de nuestra entidad federativa. Para ello, se segregaron 330 kilómetros cuadrados del municipio de Manzanillo y 62 al de Coquimatlán. En este contexto, a la población de Armería se le concedió la jerarquía de cabecera municipal e incluyeron a su jurisdicción los pueblos de Cuyutlán, Periquillo y Cofradía de Juárez, el balneario de El Paraíso, y las rancherías de Zorrillo (hoy Los Reyes), Rincón de López, Coastecomatán, El Puertecito, Cualatilla (hoy Augusto Gómez Villanueva) y La Atravesada.

En los transitorios del decreto en comento, su artículo segundo textualmente ordenó: “…En el curso del presente año, de acuerdo con lo que establece la Ley Electoral del Estado, se efectuarán elecciones para designar los miembros del H. Ayuntamiento Constitucional de Armería, los que tomarán posesión el primero de enero de 1968; mientras tanto continuarán fungiendo las autoridades existentes en las diversas localidades de esa jurisdicción, dependiendo administrativamente de los municipios de Manzanillo y Coquimatlán…”

Con este marco de antecedentes, el domingo 19 de noviembre de 1967 se efectuaron las elecciones locales para integrar el primer Ayuntamiento de Armería, resultando electos los siguientes ciudadanos: presidente municipal: Rosalío González Espinosa, suplente: Arturo Zorrero Linares. Regidores propietarios: Rafael Aguilar Villalvazo, Juan Nepomuceno Chávez Mendoza, Cristina Medina Gutiérrez y Manuel Osorio Núñez. Suplentes: Daniel Macías Macías, Luis Pérez Rosales, José Moisés de Dios Celedón y Pedro Santacruz González. Fuente: Diario Oficial del Estado de Colima, publicado el 16 de diciembre de 1967.

Para la solemne instalación del primer Ayuntamiento de Armería, fue declarado recinto oficial el local que ocupaba el entonces Cine Victoria, que se localizaba en la esquina formada por las calles Hidalgo y Veracruz, frente al jardín principal, en donde actualmente se encuentra el salón de usos múltiples. Así, a las doce horas del día lunes primero de enero de 1968, fue instalado, para un período de tres años, el primer Ayuntamiento de Armería.

Sobre este esperado acontecimiento, me acuerdo, que como a la diez de la mañana, llegué a la chocomilería de mi tío Cheno (Juan Nepomuceno Chávez Mendoza) que se ubicaba por la avenida progreso (actualmente Juan Oseguera Velázquez) y en unión de mi tío-abuelo y don Daniel Macías (abuelo materno de la Profra. Rosa María Espíritu Macías), nos dirigimos al edificio de la entonces H. Junta Municipal, recientemente remodelada por su último presidente don Eusebio Michel Rincón, quien, colmándonos de atenciones nos recibió. Ya se encontraban en ese lugar, el presidente municipal Rosalío González Espinosa y la mayoría de los regidores electos.

Minutos después, llegó el Profr. Juan Oseguera Velázquez, oficial mayor del Congreso, quien de inmediato explicó cómo se desarrollaría la sesión pública del primer cabildo y quiénes estarían en el presidium. Luego, en unión de los licenciados José Pérez Mendoza y Eliseo Arroyo Alcalá arribó Esperanza Ávalos Leyva, diputada por el VII Distrito que comprendía los municipios de Armería y Manzanillo. Posteriormente, recibimos, entre otros invitados, al diputado federal por el Segundo Distrito Lic. Ramiro Santana Ugarte y los diputados locales de la XLII Legislatura Alfonso Santos Ramírez y Roberto Terríquez Romo.

Antes de las doce del día, llegó el gobernador Profr. Pablo Silva García y lo acompañaban en el vehículo oficial el Lic. Arturo Noriega Pizano, secretario general de Gobierno y el diputado presidente del Congreso del Estado, Profr. Lucas Huerta Dueñas. Seguidamente, la comitiva encabezada por el gobernador se trasladó a pie hasta el Cine Victoria en donde fueron recibidos con música, confetis, vivas y aplausos.

El recinto fue adornado en sus laterales con racimos de cocos y plantas de plátano con su majestuoso fruto. No obstante que los rayos del sol cubrían la totalidad de las azules butacas, nadie se movía de su lugar. Con emoción, fuimos testigos del acto solemne en que rindieron su protesta de ley los integrantes del primer Ayuntamiento de Armería y escuchamos con atención la correspondiente declaratoria de instalación.

Una vez que fueron despedidos los funcionarios estatales y federales, don Eusebio Michel Rincón entregó a don Rosalío González Espinoza las llaves del edificio que albergó la otrora H. Junta Municipal y que a partir de ese momento se transformaba en presidencia municipal. Los miembros del cabildo, en un bello gesto de cortesía acompañaron hasta su domicilio particular al ya expresidente de la H. Junta Municipal de Armería, que se situaba a una cuadra de distancia.

Después de una breve reunión del cabildo, el presidente municipal dio a conocer los siguientes nombramientos: secretario del ayuntamiento: Gustavo Sotomayor de la Mora; tesorero municipal: Gabriel Mendoza Lomelí (padre del actual presidente municipal de Manzanillo); escribiente del Registro Civil: Profra. Carlota Álvarez Méndez; comandante de la policía: Luis Rebolledo Zamora; inspector del Rastro Municipal: Faustino Gutiérrez Vizcaíno y presidenta del Instituto Municipal de Protección a la Infancia (Antes Inpi, hoy DIF) a Eugenia González Espinosa.

Acto seguido, a un costado de la presidencia, el Sr. Candelario Arellano Munguía hizo entrega de la Comandancia de la Policía al Sr. Luis Rebolledo Zamora. De acuerdo con el decreto No. 24 publicado el 29 de diciembre de 1967, el flamante cuerpo de Seguridad Pública del novel municipio se integró con un comandante, un sargento, un cabo-chofer y ocho policías.

Posteriormente en unión del Profr. Juan Oseguera Velázquez y otros amigos nos desplazamos a la casa de doña Rafaela Espinosa Rodríguez, madre del primer presidente municipal de Armería, en donde degustamos una sabrosa birria que se obsequió para celebrar los hechos aquí narrados. Allí, el Profr. Oseguera Velázquez me invitó a participar en un proyecto que denominó “Historia gráfica de Colima” y que en otra ocasión relataré.

El Congreso del Estado aprobó para cubrir los gastos y obligaciones del primer ayuntamiento, durante el año de 1968, un presupuesto de egresos de 732 mil 62.44 pesos, o sea, un poco más de 61 mil pesos mensuales. La inversión más importante fue de 40 mil pesos para obras públicas.

Entre las plazas y salarios mensuales autorizados destacan los siguientes: un presidente municipal dos mil pesos más 500 para gastos de representación; un secretario del ayuntamiento mil 100; un tesorero municipal mil y un comandante de la policía 900. El cargo de regidor era totalmente honorífico y no recibían compensación alguna, por lo múltiples servicios que con mucho entusiasmo y puntual pasión realizaban.

La planta laboral de la presidencia municipal se integraba por un total de quince trabajadores: un chofer de limpieza, tres mozos de aseo público, un escribiente del registro civil, una secretaria taquimecanógrafa encargada del archivo y correspondencia, un conserje, un agente sanitario, una enfermera, un oficial recaudador, un agente fiscal notificador, un jardinero, un encargado velador del pozo de agua y un fontanero. Todos ellos devengaban un salario de 705 pesos mensuales.

Para cada una de las Juntas Municipales de Cuyutlán y Cofradía de Juárez se autorizó una planta laboral de seis elementos: Un presidente, un secretario y oficial recaudador, dos policías y un encargado del aseo público. El primero con una remuneración mensual de 705 pesos y el resto con 660. Fuente: Decreto No. 24 publicado en el Diario Oficial del Estado de Colima del 29 de diciembre de 1967.

* El autor es miembro del Consejo Estatal de la Crónica, la Asociación Colimense de Periodistas y Escritores y la Asociación de Cronistas de Pueblos y Ciudades del Estado de Colima.
chavezmichel@colima.com
chavezmichel@gmail.com

Correspondencia recibida:

ASUNTO: Gracias por estos textos de Armería.
DE: Enrique Ramos (refacciones1@pontiacguadalajara.com)
ENVIADO: sábado, 17 de mayo de 2008 02:02:20 p.m.
PARA: chavezmichel@hotmail.com

Muchas gracias Sr. Lic.

Me enriqueció mucho sus textos ya que un servidor está enamorado de su hermoso Estado de Colima, aunque soy de Guadalajara

RESPUESTA:

Estimado Sr. Enrique Ramos. No sin antes agradecer su amable comentario acuso recibo a su afectuoso correo. Reciba un cordial saludo. Muy respetuosamente. Miguel Chávez Michel.

Segundo Ayuntamiento 1971 - 1973

Publicado en Diario de Colima
Domingo 23 de septiembre de 2007

Miguel CHÁVEZ MICHEL*

MIL novecientos setenta fue un año electoral en la que simultáneamente, en nuestra entidad, se eligieron Presidente de la República, senadores, diputados federales, legisladores locales, presidentes municipales y regidores de los diez ayuntamientos del Estado. Luego entonces, como sucedía cada tres años, nuevamente se dio un reacomodo entre las fuerzas políticas de la época, en donde Armería, no fue la excepción.

Así, el primero de septiembre de ese año como parte de la XLVIII Legislatura federal asumieron el cargo de senadores por Colima (1970-1976) la licenciada Aurora Ruvalcaba Gutiérrez y don Roberto Pizano Saucedo. Diputados federales (1970-1973) por el primer distrito el doctor José Fernando Rivas Guzmán y por el segundo el profesor José Ernesto Díaz López.

En diciembre rindió su protesta como Presidente de la República el licenciado Luis Echeverría Álvarez (1970-1976). Por cierto, correspondió al Dr. José Fernando Rivas Guzmán colocarle la banda presidencial al nuevo primer mandatario de la Nación. Muchos colimenses, entre ellos quien esto escribe, a través de la televisión cuyas imágenes sólo se observaban en blanco y negro, fuimos testigos de este acontecimiento.

Para el período 1970-1973, por el entonces séptimo distrito electoral local que comprendía los municipios de Armería y Manzanillo, resultó electo diputado local don Ramón Casillas Sánchez llevando como compañero de fórmula a mi amigo Héctor Pineda Lugo. Durante el primer año de su gestión lamentablemente falleció don Ramón Casillas, por lo que, concluyó el encargo su suplente Héctor Pineda Lugo.
Ante este complejo escenario de acelerada movilidad entre actores políticos, con lo que en la práctica se iniciaba la lucha por la candidatura para gobernador del Estado (1973-1979), en Armería transcurría el último año de la administración municipal que encabezaba don Rosalío González Espinosa (1967-1970).

Así, entre los meses de abril a septiembre de ese año, estrechamente relacionados con las campañas políticas en comento, de menos a más, se escuchaban en el imaginario colectivo voces a favor o en contra de los aspirantes a la presidencia municipal de Armería. La mayoría de ellos, saludaban y se dejaban ver a lado de los candidatos a senadores y diputados federal y local. Otros, a través de sus seguidores, organizaban estructuras de apoyo y arengaban a las masas en busca de su respaldo.
Entre los aspirantes con mayores activos a su favor, encabezaba la lista Lino Corona Pérez que ya había sido regidor (1965-1967) en el ayuntamiento de Manzanillo. Su principal respaldo provenía del sector campesino y de los jóvenes deportistas. Quien más impulsaba su precandidatura era su compañero campesino presidente del comisariado del ejido Armería, Simón Leal Sánchez.

Le seguía en popularidad el exitoso agricultor y dirigente de los pequeños propietarios José Antonio Covarrubias Rodríguez. Dado su estable situación económica, agradable carácter y perfil sociable contaba con el afecto y generosidad de prestigiosos empresarios de Tecomán y Colima, así como la amistad y confianza de altos funcionarios del gobierno del estado.

En tercer lugar y con muchas posibilidades de éxito se mencionaba el profesor Leobardo Juárez Alcantar. Hombre serio, respetuoso y educado que se desempeñaba como director del turno matutino de la escuela primaria federal Revolución. Además, con el carácter de presidente del Comité Municipal del PRI tenía a su encomienda la privilegiada coordinación de las campañas políticas, lo que le permitía acercarse a la clase dirigente de la capital del estado.

En cuarto lugar y no por ello menos importante, se nombraba al prof. J. Félix Delgado Velázquez, maestro de grupo de la Escuela Primaria Federal Revolución, tesorero del comisariado del ejido Armería y secretario general del comité municipal del PRI. Era el mayor de los hijos de uno de los fundadores del pueblo, don Estanislao Delgado Zamora y gozaba con el respaldo del profesor José Ernesto Díaz López, secretario general de la liga de comunidades agrarias y sindicatos campesinos del estado de Colima (CNC).

Así en la segunda quincena del mes de septiembre de mil novecientos setenta corrió la voz que el candidato del Partido Revolucionario Institucional sería el profesor J. Félix Delgado Velázquez. Por tratarse de un profesionista joven su candidatura despertó renovados ánimos. A través de acuerdos con los actores políticos locales la totalidad de los aspirantes se sumaron a su candidatura. Para ello, contó mucho la habilidad de dos líderes con basta experiencia en la negociación política, como lo fueron don Roberto Pizano Saucedo y José Ernesto Díaz López, que lograron integrar una fórmula de unidad.

En este orden de ideas la planilla se acomodó de la siguiente forma: candidato a presidente municipal, profesor J. Félix Delgado Velázquez. Para suplente se optó por doña María de Jesús Lomelí Chávez, mujer agradable, perseverante y carismática. Para candidatos a regidores se seleccionaron representantes de los diversos segmentos sociales. Por el sector agrario se postularon a Simón Leal Sánchez y J. Refugio Mendoza Farías, ambos presidentes de comisariados, el primero del ejido Armería y el segundo del ejido Cofradía de Juárez, llevando como suplentes, respectivamente, a Emilio Pérez Sandoval del ejido Independencia y la señorita Adelina González Sánchez representando a los jóvenes.

Por el sector popular se designó a mi padre Miguel Chávez Vega, que era el dirigente de los tablajeros y secretario general del gremio de locatarios del mercado municipal. Su suplente fue Alfonso Farías Ruelas, líder de los trabajadores de la fábrica de coco rayado. Por la CTM completaron la fórmula, como propietario Jerónimo Gómez Contreras, (a) “El Danzante”, y suplente Leonardo Cuevas García.

Posterior a una entusiasta y colorida campaña las elecciones se verificaron el domingo quince de noviembre. Con la asistencia del gobernador Pablo Silva García, la ceremonia de instalación del segundo ayuntamiento se verificó el treinta y uno de diciembre en las instalaciones del Club de Leones que se ubicaban en el costado norte de la presidencia municipal (calle Chihuahua No. 16, actual casa paterna de los descendientes de José Antonio Covarrubias Rodríguez).

Como anécdota curiosa, esa noche, mientras en el Club de Leones se desarrollaba la sesión solemne del cabildo, a la misma hora, en el kiosco del jardín, con inusitada celeridad, un grupo de jóvenes con picos y palas demolían unos indecorosos mingitorios que habían sido construidos por la administración que concluía su gestión, para auxiliar a los parroquianos que domingo a domingo asistían a los bailes que se organizaban en apoyo de las admirables actividades de beneficencia que desarrollaba el Instituto Nacional de Protección a la Infancia (Inpi). Este hecho, provocó un lamentable desencuentro entre las autoridades entrantes y salientes. Lo cierto es, que el alcalde J. Félix Delgado Velázquez nada tuvo que ver en este asunto y ya habrá oportunidad, de que algún día, les participe lo que conozco de estos acontecimientos.

Pasada la euforia de la toma de posesión, el primero de enero de mil novecientos setenta y uno, el presidente municipal expidió los siguientes nombramientos: secretario del ayuntamiento el joven estudiante de la entonces escuela de leyes, Miguel Ángel Ramos; tesorero el contador privado, Isaac Ramírez Delgado; encargado de la oficina del registro civil, profesor Pedro Delgado Velázquez; comandante de la policía J. Dolores Radillo Mancilla y administrador del rastro, Miguel Ruelas Jaramillo.

Dado que el nuevo tesorero era sobrino del alcalde y el flamante encargado de la oficina del registro civil era nada menos que su hermano, de inmediato, estos dos nombramientos fueron cuestionados, tanto por los integrantes del cabildo, como por amplios sectores de la población. Recuerdo que se acusó al presidente municipal de nepotista. Seguro estoy, que nunca hubo mala fe o insanas intenciones del profesor J. Félix Delgado Velázquez al disponer las descritas designaciones. Eran sus hombres de mayor confianza y además los avalaban excelentes antecedentes personales y profesionales. En efecto, Isaac Ramírez Delgado, leal y discreto amigo, era un profesionista honrado y muy trabajador. Pedro Delgado Velázquez, además de buen maestro era una persona atenta y respetuosa, heredó de sus padres el don de gentes.

A las pocas semanas, con acuerdo de la asamblea edilicia, el presidente municipal realizó los siguientes cambios: Mariano Michel Ortega sustituyo en la tesorería a Isaac Ramírez Delgado y en lugar del profesor Pedro Delgado Velázquez se hizo cargo de la oficina del registro civil Eduardo Michel Fontecha. Posteriormente, Gustavo Sotomayor de la Mora pasó a ocupar la secretaría del ayuntamiento para cubrir la vacante que dejó Miguel Ángel Ramos. Finalmente, en atención a que J. Dolores Radillo Mancilla recibió invitación para laborar en la dirección de tránsito del estado; Francisco Córdova Espinosa fue designado comandante de la policía.

Tal vez por estos hechos, el carácter optimista y sociable del maestro J. Félix Delgado Velázquez cambió adoptando ciertas actitudes cautelosas que dificultaron, por el resto de su administración, la comunicación entre gobernantes y gobernados. No obstante lo anterior, a la distancia, sus obras perduran y siguen siendo ejemplo de tenacidad y esfuerzo.

Entre la obra pública realizada en este período se encuentra la construcción de la Escuela Secundaria Profesor “Antonio Barbosa Helt,” la clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social y la remodelación de los jardines de Armería y Cuyutlán con nuevas luminarias de alumbrado público. Por lo que se refiere a la clínica del Imss, no obstante su importancia, los jóvenes deportistas se inconformaron por la donación que hizo el ayuntamiento de los terrenos en que se ubicaba el campo deportivo, en respuesta a su exigente reproche, con el apoyo del gobernador Pablo Silva García se construyo una moderna y bien equipada unidad deportiva.

En este período la Asociación Cultural Estudiantil de Armería (Acea) fundó la biblioteca pública Año de Juárez y la delegación Armería de la Cruz Roja Mexicana. También, con el respaldo de la liga municipal de organizaciones populares (Cnop) que encabezaba mi padre Miguel Chávez Vega se constituyó el sindicato de trabajadores al servicio del ayuntamiento de Armería, siendo su primer dirigente Eduardo Michel Fontecha.

Finalmente, a las tres de la tarde del treinta de enero de mil novecientos setenta y tres se registró un fuerte sismo de seis grados en la escala de Richter. El epicentro fue localizado entre Armería y Tecomán. Una tercera parte de las casas se desplomaron, entre ellas la de mis padres. El resto de las viviendas quedaron seriamente dañadas. El templo parroquial también resultó muy deteriorado.

En los primeros días del mes de febrero, el presidente de la República, Luis Echeverría, y el gobernador del estado, Pablo Silva García, recorrieron personalmente la zona siniestrada y se avocaron a dar atención a los damnificados. Por instrucciones superiores el licenciado Eliseo Arroyo Alcalá director estatal del Indeco implementó programas emergentes para la reconstrucción de muros y construcción de nuevas viviendas.

*El autor es miembro del Consejo Estatal de la Crónica, la Asociación Colimense de Periodistas y Escritores, y la Asociación de Cronistas de Pueblos y Ciudades del Estado de Colima.

chavezmichel@colima.com
chavezmichel@gmail.com

Tercer Ayuntamiento (1974-1976)

Publicado en Diario de Colima
Domingo 25 de noviembre de 2007

Miguel CHÁVEZ MICHEL*

Para cumplimentar el Decreto No. 164 expedido por la XLIII Legislatura del H. Congreso del Estado por el que se declararon validas las elecciones efectuadas el primero de julio de mil novecientos setenta y tres, el Comité Municipal del P.R.I. a mi cargo apoyó la organización de una marcha popular para pregonar mediante Bando Solemne la declaratoria de Gobernador Electo al Prof. Antonio Barbosa Heldt.

Por instrucciones de la dirigencia estatal del P.R.I., por mi conducto, fueron invitados a participar los aspirantes a la candidatura del partido a la Presidencia Municipal. En ese contexto de unidad e inclusión asistieron José Antonio Covarrubias Rodríguez, Jorge Pérez Ochoa, Salvador Mora Nolasco, Isaac Ramírez Delgado, Lino Corona Pérez y Rafael Aguilar Villalvazo.

Así, ese domingo 22 de julio, la comitiva inició a las diez de la mañana en el ya demolido edificio sede del Cabildo y recorrió los cuatro puntos cardinales del jardín principal y en cada esquina, el Secretario del Ayuntamiento Gustavo Sotomayor de la Mora dio lectura al referido Decreto. El acompañamiento en el que también participaron la mayoría de los líderes locales de los sectores sociales y productivos lo encabezó el Presidente Municipal Prof. J. Félix Delgado Velázquez.

Por los hechos que sucedieron, el mes de septiembre de 1973, fue un período de extremosos contrastes. Hagamos remembranza de algunos de ellos: El día primero, previo al tercer informe de gobierno del Presidente Luis Echeverría Álvarez se instaló la XLIX Legislatura Federal de la que formaron parte por nuestra entidad federativa, los diputados Daniel A. Moreno Díaz por el primer distrito y Jorge Armando Gaitán Gudiño por el segundo.

En la medida que nos acercábamos al sexto informe de gobierno de don Pablo Silva García nadie nos imaginábamos los trágicos acontecimientos de los siguientes días. En efecto, los noticieros nacionales y locales, de menos a más, empezaron a darnos cuenta de la polarización de la sociedad chilena que culminó el once de septiembre con el golpe de estado de Augusto Pinochet y la trágica muerte de su Presidente el doctor Salvador Allende que decidió suicidarse posterior al bombardeo que resistió en la Casa de la Moneda. En lo particular, me impact lo sucedido ya que tuve el gusto de conocerlo personalmente en una reunión con jóvenes que tuvo lugar en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, el 2 de diciembre de 1972.

Para colmo de los males, en la víspera de las definiciones de las candidaturas para Presidentes Municipales, el dieciocho de septiembre de 1973, lo que principió al mediodía como un rumor, en la tarde fue confirmado: “de un balazo se privó de la vida el gobernador electo Antonio Barbosa Heldt”. Al día siguiente, la prensa publicó una carta dirigida al Lic. Mario Moya Palencia, Secretario de Gobernación, que a la letra decía:

“…Todo mi deseo de servir a Colima, que se hizo patente durante la campaña política que llevé a cabo para alcanzar la gobernatura de aquella entidad, se ha frustrado a consecuencia de que mi salud comenzó a quebrantarse en las últimas semanas, como a usted le consta cuando le pedí autorización para abandonar el país e internarme en un sanatorio.

Nada ha podido ceder la infección renal y como resultado de ello mi moral ha sufrido un fuerte desplome a tal grado que llevo más de dos meses sin poder conciliar el sueño.

Que hacer ante problemas tan graves como mi falta de salud y la ya casi comprobada imposibilidad de rescatarla. Colima necesita un gobernante sano y por tal motivo con el dinamismo necesario para emprender las grandes acciones recomendadas al suscrito por el Sr. Presidente Echeverría y ya incluidas en mi programa de gobierno próximo a iniciarse. Por eso, pienso que la única salida a esta situación de encrucijada que se presenta por circunstancias ajenas a mi deseo, es mi voluntaria eliminación, a fin de dar sitio a quien en plenitud de su salud pueda hacer por Colima lo que el estado requiera para su progreso.

Muchas gracias licenciado por la ayuda y estímulo que en todo momento recibí de usted y por su preocupación para que pudiera recobrar mi salud. No se pudo. Pido perdón por el daño que momentáneamente ocasiono a la situación política de Colima y a su tranquilidad, pero es preferible que esto haya sucedido antes que después. Su amigo y servidor que mucho lo aprecia. Antonio Barbosa Heldt…” (Concluye la cita de recortes periodísticos efectuados por del autor de esta columna).

El 19 de septiembre asistimos a la ceremonia luctuosa que se verificó en el salón de sesiones del H. Congreso del Estado que se ubicaba en la planta baja de Palacio de Gobierno, posteriormente el cortejo fúnebre partió hasta el panteón municipal. Las exequias de don Antonio Barbosa Heldt fueron encabezadas por el Gobernador Pablo Silva García y el Secretario de Educación don Víctor Bravo Ahuja que asistió con la representación del Presidente Echeverría.

En paralelo a los hechos aquí esbozados, el domingo 23 de septiembre se puso la primera piedra del nuevo “Cine Armería”, que se ubicaba frente al jardín en lo que hoy es el salón de usos múltiples. Allí conocí a Waldo Viramontes, Gerente del “Circuito Montes” y al proyectista de la obra, ingeniero Leopoldo Jiménez Morfin.

El lunes 24, posterior a una visita relámpago a la ciudad de México del Gobernador Pablo Silva García se verificó una reunión en las oficinas del comité directivo estatal del P.R.I. en donde fueron presentados como nuevo Delegado del CEN el Senador Agustín Ruíz Soto y subdelegado el Prof. Lorenzo Silva Chacón. Esa misma tarde se conoció la noticia que el Presidente Municipal de Colima licenciado Arturo Noriega Pizano sería el candidato a Gobernador y que el primero de noviembre tomaría posesión como Gobernador interino el doctor Leonel Ramírez García.

Previa publicación de la convocatoria, a las seis de la tarde del jueves 11 de octubre de 1973 encabezando un animoso contingente concurrimos a las oficinas del P.R.I. estatal y a nombre de los sectores del partido en Armería me correspondió el honor de solicitar el registro de Salvador Mora Nolasco como nuestro precandidato a la Presidencia Municipal. Esa misma noche, en una reunión presidida por el Delegado y el Presidente del partido Senador Agustín Ruíz Soto y Jaime Enríquez Casillas asistimos Salvador Mora Nolasco y el relator de esta columna. El propósito, era integrar la fórmula de candidatos al Cabildo.

Sin mayores problemas la planilla quedó integrada de la siguiente forma: candidato a Presidente Municipal Salvador Mora Nolasco, suplente Celedonio Álvarez Torres. Regidores: por el ejido “El Pelillo”, Zacarías Amador Torres, suplente Lino Corona Pérez; segundo munícipe J. Jesús Vaca Farías, líder de los locatarios del mercado municipal, suplente J. Félix Manzo Llorentes, secretario general de la Asociación Cultural Estudiantil de Armería (Acea); tercero José Negrete Sánchez, presidente del comisariado de Cofradía de Juárez, suplente Pedro Santacruz González, secretario general del gremio de cargadores afiliados a la CROM y cuarto Sebastián Palos Rodríguez, dirigente del gremio de copreros, afiliados a la C.T.M. y suplente Eduardo Meráz Hernández, líder del sindicato de albañiles (CTM).

En los subsiguientes días desarrollamos jornadas muy agotadoras, ya que, además de las campañas políticas concurrentes para gobernador y cabildos, en un lapso de cinco semanas, se verificaron dos procesos electorales. Las elecciones para Ayuntamientos se realizaron el domingo 18 de noviembre y las extraordinarias para gobernador el 23 de diciembre.

La Comisión Electoral del Estado que tuvo a su cargo la preparación y desarrollo de la elección extraordinario la presidió el licenciado Isidoro Morales Fernández y como secretario Conrado Rubio Cárdenas. La Comisión Municipal Electoral de Armería estuvo integrada en el siguiente orden: Presidente Miguel Juárez Alcantar; Secretario J. Jesús Munguía Galindo; Vocal: Ignacio González Diego. Suplentes: José Luis Cárdenas Zamora, Antonio Bustos Araujo y Efraín Ivón Pérez Ochoa.

Los diez Ayuntamientos del Estado tomaron posesión el treinta y uno de diciembre y el Gobernador Noriega Pizano el primero de enero. Por segunda ocasión las instalaciones del Club de Leones de Armería que se ubicaban en la calle Chihuahua No. 16, fue escenario para la toma de protesta e instalación del tercer Ayuntamiento. A la sesión solemne asistieron los licenciados Salvador Alcaraz Ortega y Mario Rivera Valdez, el primero representando al gobernador interino Dr. Leonel Ramírez García y el segundo al gobernador electo Lic. Arturo Noriega Pizano.

El dos enero de 1974, el Presidente Municipal Salvador Mora Nolasco, con la aprobación del Cabildo informó de los siguientes nombramientos: Secretario del Ayuntamiento Miguel Chávez Michel; Tesorero, Honorato Ramírez Cervantes; Director de Obras y Servicios Públicos arquitecto Juan José Reyes Araujo; Director de Acción Cívica, Social, Deportiva y Cultural, profesor Rubén Tinoco Álcantar; Comandante de la Policía Arnoldo Andrade Cobián; encargado de la oficina del Registro Civil Eduardo Michel Fontecha, Administradora del Mercado Municipal Carlota Álvarez Méndez; Inspector de ganado Sergio Pérez Ochoa, responsable de la oficina de Reclutamiento y Registro Federal de Electores Miguel Juárez Alcantar y Presidente de la H. Junta Municipal de Cuyutlán Ignacio de la Madrid Ochoa.

En esta década como en las anteriores, todos los impuestos incluyendo los prediales e ingresos mercantiles los cobraban los gobiernos estatal y federal respectivamente y los municipios solo recibían de éstos insignificantes participaciones. Además, el Congreso del Estado aprobaba anualmente sus presupuestos de egresos. Luego entonces, los recursos económicos de las comunas eran muy escasos y numerosas veces no alcanzaban ni para el pago de nómina. En este contexto, la mayor parte de la obra pública la realizaban los gobiernos federal o estatal. Así, todos los gobiernos municipales que deseaban trascender tenían que ingeniárselas alentando la participación ciudadana y/o gestionando ante otras instancias gubernamentales las obras y servicios públicos que demandaba la sociedad.

De esta forma, en este trienio, con la participación de los beneficiarios, entre otras obras, destacan la construcción de machuelos y empedrados en la calle Puerto Ángel en el poblado de Cuyutlán y las arterias de todo el primer cuadro de la cabecera municipal, incluyendo la avenida México y su continuación Sonora. Asimismo, se prolongaron en dos cuadras más los camellones centrales de la carretera nacional en sus extremos oriente y poniente hasta donde llegan actualmente. También, por gestiones del Alcalde se autorizó y construyó la Secundaria Técnica de Cofradía de Juárez. Por su parte, el gobierno del estado concluyó la pavimentación de la carretera Cofradía de Juárez – Rincón de López.

Con el propósito central de reactivar la economía de Cuyutlán y tomando como base el antiguo camino (brecha) que conectaba a ese balneario con Manzanillo y que desde fines del siglo XIX se transitaba en forma lateral a la vía del ferrocarril, pasando entre otros, por las rancherías de El Ciruelo, Tepalcates y Campos, se le propuso al Gobernador Noriega Pizano que se construyera por el médano una carretera a la que inicialmente denominábamos vía corta de Cuyutlán a Manzanillo. Este proyecto, ampliamente apoyado por el diputado Armín Núñez Meza fue aprobado por el titular del ejecutivo y de inmediato se iniciaron las obras. La actual autopista a Manzanillo, en el tramo de la caseta de cobro de Cuyutlán al paso superior de la vía que se localiza antes de llegar al puente de tepalcates, fue construida sobre la carretera que edificó el Gobernador Noriega Pizano.

Desde mi modesta opinión, la obra más importante de Salvador Mora Nolasco es la construcción de la carretera de Armería a Coalatilla. Me consta, que la inició con recursos de su propio peculio; posteriormente consiguió maquinaria del “Plan Benito Juárez” y el Congreso le autorizó una partida para honorarios de operarios y pago de combustibles con cargo al Ayuntamiento. Finalmente, el Gobernador Arturo Noriega consintió que la Junta Local de Caminos colocara la terracería. Muchos años después se logró la deseada pavimentación.

No está demás comentar que durante esta administración se registraron en el gabinete los siguientes cambios: en los primeros meses, Pedro Guardado sustituyó en la Comandancia de Policía a don Arnoldo Andrade Cobián.

En el segundo año, ante la renuncia del Director de Obras y Servicios Públicos fue designado el Regidor J. Jesús Vaca Farias. Sin dilación, el Sr. Vaca solicitó licencia para separarse del cargo de Munícipe y una vez que le fue aprobada, su suplente, el licenciado J. Félix Manzo Llorentes pasó a formar parte del Cabildo.

En el ultimo tercio, Mariano Michel Ortega suplió en la Tesorería a Honorato Ramírez Cervantes y quién esto escribe, le entregó la Secretaría del Ayuntamiento a don Sergio Arias Luna.

*El autor es miembro del Consejo Estatal de la Crónica, la Asociación Colimense de Periodistas y Escritores, y la Asociación de Cronistas de Pueblos y Ciudades del Estado de Colima.

chavezmichel@colima.com
chavezmichel@gmail.com

(1) Armería, pueblo forjado por infatigables luchadores

(Primera de dos partes)

Publicado en Diario de Colima
Domingo 24 de febrero de 2008

Miguel CHÁVEZ MICHEL*

Con oficio número 160 fechado el diez de marzo de mil novecientos setenta y cinco, el H. Ayuntamiento Constitucional de Armería por conducto de su presidente don Salvador Mora Nolasco y quien esto escribe con el carácter de secretario, solicitamos al H. Congreso del Estado la celebración de una sesión solemne en la cabecera municipal para conmemorar la fundación de nuestro pueblo. La petición fue aprobada el cuatro de abril del mismo año. Correspondió al oficial mayor del Congreso Prof. Mario Enríquez Casillas y al autor de esta columna coordinarse para organizar la logística del evento.

Así, el martes 29 de abril de 1975, a partir de las doce horas con treinta minutos, en el entonces “Cine Armería”, declarado recinto oficial para ese fin, se verificó la sesión solemne del H. Congreso del Estado para conmemorar el XL aniversario de la elevación a la categoría de pueblo la ranchería de Armería. No obstante el día y el horario, la butacas del inmueble fueron insuficientes para instalar a la distinguida concurrencia, integrada entre otros, por invitados de los diez municipios del estado, ex-presidentes municipales y de la H. Junta Municipal, autoridades locales, líderes agrarios, agricultores, empresarios y descendientes de sus iniciales avecindados.

Dirigió la sesión su diputado presidente Pedro Polanco Montero, apoyado por los diputados secretarios Agustín González Villalobos y Mercedes García Silva. Además estuvieron presentes los diputados Ismael Aguayo Figueroa, Jorge Salazar Rodríguez, Ramón Castañeda Bazavilvazo y Armín Núñez Meza. Con la representación del Gobernador Arturo Noriega Pizano asistió el Secretario General de Gobierno licenciado Miguel Gómez Guerra Morales. También presidieron el Lic. Rafael Trejo Ochoa, Presidente del Supremo Tribunal de Justicia y el Presidente Municipal don Salvador Mora Nolasco.

Fuimos tres los oradores oficiales. El diputado Armín Núñez Meza presentó la exposición de motivos, y entre otros discernimientos, puntualizó el interés de los legisladores por celebrar sesiones fuera del recinto parlamentario a efecto de acercarse a la población a través de eventos conmemorativas de hechos históricos y cívicos. Por invitación del Congreso, el profesor Juan Oseguera Velázquez dirigió un elocuente discurso referente a la historia de Armería. Finalmente, me correspondió el alto honor de agradecer a los legisladores la distinción efectuada a nuestra comunidad y con la representación del honorable cabildo me permití solicitar que nuestro pueblo fuera elevado a la categoría se ciudad.

Por el valioso caudal de datos que contiene y en homenaje al maestro Juan Oseguera Velázquez, en dos partes, trascribo textualmente su discurso:

“…Señoras y señores. Hoy, hace 40 años, el H. congreso del Estado de Colima, elevó a la categoría de pueblo, la antigua hacienda de Armería donde la geografía ha sido escenario del desarrollo de culturas primitivas, sucesos de la conquista, la colonia, la independencia, la reforma y la revolución mexicana.

Nos hemos reunido aquí, para celebrar ese hecho histórico, concientes de que el nacimiento de un pueblo, tiene una larga gestación. El de Armería afianza su raigambre de nuestras auténticas razas aborígenes, para a través del tiempo, irse conformando hasta llegar a poseer una fisonomía genuina y característica, entre los pueblos costeños del occidente de México.

Armería no es un pueblo mas, tiene una personalidad y una historia única y como el árbol que se nutre de múltiples y vigorosas corrientes, tiene ya un presente pleno de realizaciones y un futuro halagador.

La historia antigua señala a Armería, como el lugar donde fueron detenidos los Otomíes que venían de la mesa Central, por otras tribus procedentes del sur. Prueba evidente de lo propicio que fue esta zona para los aborígenes, desde la etapa de pescadores y recolectores, hasta la de pueblos sedentarios, es la gran cantidad de tumbas y cerámica extraída de su suelo, que ha ameritado estudios científicos y su clasificación como “periodo Armería (y Colima)” entre los años 850 y 1250, destacando por su importancia el llamado “complejo periquillo”, de 1250 a 1521, relacionándolos, el primero con la cultura tolteca y el de periquillo con los mexicas.

Durante la conquista, sus habitantes debieron engrosar las filas de los aguerridos tecos, que cayeron luchando heroicamente en Alima y en el propio “palenque de Tecomán”, defendiendo el señorío de Coliman en 1523.

Después de fundar la primitiva Villa de Colima en Caxitlán, el conquistador Gonzalo de Sandoval pasa por aquí y localiza los fondeaderos de Santiago y Salagua, que a partir de 1535 utilizara Hernán Cortés para sus expediciones a las Californias. Fue a partir de esos años, el paso obligado de los peninsulares para sus aventuras marítimas en la búsquedas de las amazonas, conquistar más pueblos o combatir a los corsarios, que durante la colonia incursionaron en estas latitudes. También pasaban los indígenas, pero éstos generalmente en calidad de tamemes, sobre todo cuando llevaron las jarcias, áncoras y arreos para armar las naves en que zarparon los adelantados Urdaneta y Legazpi, a la conquista de las Filipinas en 1564.

Una cita antigua de esta zona, la encontramos en la “Relación” del Lic. Lebrón de Quiñónez de 1554, cuando menciona a Cuyutlán sitio de gran tradición, como productor de sal desde la época precortesiana y balneario de mar abierto de todos los tiempos. Ya en los albores de la independencia y aprovechando su estancia como Cura de la Villa de Colima en 1792, Hidalgo se recreaba visitando el citado balneario.

La lucha del hombre por dominar el medio, tratando de resolver el problema que representaba el entonces caudaloso río Armería, se inicia con la construcción de un puente en 1850, que fue arrasado al año siguiente. Años después se construyó otro puente con los mismos resultados. En 1889 se concluyó el del ferrocarril, que en igual forma fue destruido por la gran avenida que ocasionó el ciclón en 1906, pero luego se reconstruyó para dar servicio hasta la fecha. El puente de la carretera se inauguró en 1954, lo destruyó el ciclón en 1959 y fue puesto en servicio nuevamente en 1962.

Las aguas de este río trataron de aprovecharse como medio de transporte fluvial, iniciándose la construcción de un canal en 1874, para encausarlas a la laguna Cuyutlán. Esta obra no se realizó, sin embargo sí funciono a partir de 1871, el pequeño vapor “Colima”, que navegaba 36 kilómetros por la laguna, entre Manzanillo y Cuyutlancillo, suspendiéndose ese servicio en 1882, al inaugurarse el tramo del ferrocarril a Armería.

Otro proyecto fantástico, es el publicado por el gobernador J. Trinidad Alamillo (1911-1913), para desecar la laguna de Cuyutlán y sembrar 10 millones de palma de coco.

La comunicación que existió con Manzanillo hasta 1908, en que el Presidente Díaz inauguró el ferrocarril, fue la arriería por el legendario “Camino Real de Colima”, trazado por la orilla sur de la laguna, vadeaba esteros, cruzaba el río siguiendo por su margen derecha hasta el mesón de Caxitlán, la hacienda del Rosario y continuar hacia el norte por la cuesta de Jala a Coquimatlán y Colima, para seguir al interior del país.

La tenencia de la tierra pasó de la encomienda a los Jesuitas, luego la adquirió el Conde de Regla Don Pedro Romero de Terreros y para 1807, Cuyutlán y la Estancia de La Armería, era de su nieta la Marquesa de Herrera. Finalmente, a principios de este siglo perteneció a Doña Isaura Vidriales y de allí siguió el reparto ejidal.

Otro predio ligado a la historia y geografía de este lugar es San Andrés Periquillo, con origen similar, pero para 1875 y hasta 1903, fue propiedad del ameritado Gral. Ángel Martínez, quien sembró en Santa Rosa la primera huerta de cocoteros. Pasó en el citado año a manos de tres médicos norteamericanos, como Sociedad Industrial Agrícola de Paso del Río, S.A. para evadir los preceptos constitucionales. Allí se impulsó la ganadería de bovinos herford y en 1910, trajeron colonos italianos para sembrar palmas de coco a contrato. Ellos fueron los señores Stephano Gherzi, Octavio Machetto, Reinaldo Gualino, Juan Mantelero, Eugenio Belleando, Santiago Antongniotti, Albino Copy y otros. Gherzi intrigó y eliminó a sus paisanos quedando como administrador general; luego argumentando pérdidas durante la revolución, logró que el juzgado adjudicara en su favor la hacienda, que pertenecía a los herederos del Dr. Alberto J. Oschener.

El aprovechamiento que hizo de esa finca el Sr. Gherzi, fue a base de la explotación del hombre, no de la tierra. Integró la supuesta Compañía Occidental Fraccionadora de Terrenos, S.C.P.A., y obtuvo una concesión de inafectabilidad ganadera por 25 años, a partir de 1943, para seguir eludiendo la ley agraria durante más de cuatro décadas. Allí imperaba el viejo sistema porfirista de la tienda de raya, peones acasillados y guardias blancas; la monotonía del trabajo de sol a sol, cuadros de miseria en rústicas cabañas, con hijos macilentos, desnutridos, enfermos, presas del paludismo.

Fue el reparto agrario el que marcó el inicio del progreso de esta planicie costera; primero se fundaron los ejidos cuyutlán y Armería en 1925, el Independencia en 1929, recibiendo su dotación hasta 1931. El pelillo y Nuevo Cuyutlán, datan de 1952 y 1959 respectivamente. Encontramos ligados a la historia de esos grupos, entre otros, los nombres de Leonardo Jaramillo, Rosendo Corona, Rafael Aguilar, Víctor Mora, José Ríos, Eleno Amador, Francisco Andrade y María Ventura Ruelas. Considero que son pocos los pueblos de México como éste, donde existen cinco ejidos. También juzgo que no abundan las comunidades, donde se hayan conjugado como aquí, los factores fisiográficos y humaos; es decir, contar con magníficos recursos naturales: suelos privilegiados, agua rodada y ecología adecuada, pero sobre todo el elemento humano, el hombre de campo, dispuesto a vencer y modificar el medio geográfico, sembrando la tierra con cultivos perennes, con créditos otorgados por el gobierno federal.

En periquillo, como parte de la burla que se hacía de la ley la hacienda formó un ejido blanco en 1939, con 26 campesinos que a la postre se liberaron. Correspondió en 1958, al diputado federal Roberto Pizano Saucedo, plantear la urgente necesidad de repartir ese latifundio, al candidato Presidencial Lic. Adolfo López Mateos, en la recepción que le tributará el pueblo de Manzanillo. La promesa que allí hizo, la cumplió como Presidente, al expedir el decreto del 6 de diciembre de 1960, declarando nulos los acuerdos de inafectabilidad sobre ese fraccionamiento simulado, señalando a las dependencias respectivas, la conveniencia de explorar en forma colectiva el Nuevo Centro de Población Cofradía de Juárez, que cuenta con 19,212 hectáreas para 780 ejidatarios, agrupados en 15 sociedades locales de crédito.

Queda allí como un cáncer y un reto a la reforma agraria, el problema de Rincón de López, acto típico de paracaidismo, que el H. Ayuntamiento de Coquimatlán trató de legalizar con apoyo a la Ley de Tierras Ociosas; pero después de los 14 años, no ha sido posible que se regularice esa posesión, originada como protesta por la existencia de un latifundio simulado, problema que ha originado la pérdida de muchas vidas.

El incremento demográfico de esta zona, fue paralelo a la integración de los ejidos. En la hacienda de Armería, que en 1921 solamente había 5 ranchos con 40 personas, para 1930 aumentaron a 178, en 1936 sumaban mil 500, en 1950 fueron tres mil 572, en 1960 se cesaron cuatro mil 852 y en 1970 llegaron a los diez mil 513, estimándose que a la fecha rebasan los quince mil pobladores. Sin embargo, la causa que determinó el aumento de su población, se debió a que los vecinos de Cuyutlán, con motivo del maremoto del 22 de junio de 1932, se vinieron a radicar a este lugar, siendo necesario en 1934, planificar lo que sería el pueblo de Armería, al expedir el Congreso local el decreto del 29 de abril de 1935…”

Continuará el próximo domingo…

*El autor es miembro del Consejo Estatal de la Crónica, la Asociación Colimense de Periodistas y Escritores, y la Asociación de Cronistas de Pueblos y Ciudades del Estado de Colima.

chavezmichel@colima.com
chavezmichel@gmail.com

(2) Armería, Pueblo Forjado por Infatigables Luchadores

(Segunda y ultima parte)

Publicado en Diario de Colima
Domingo 2 de marzo de 2008

Miguel CHÁVEZ MICHEL*

En mi anterior colaboración (domingo 24 de febrero del año en curso), me permití reproducir, la primera parte del discurso pronunciado por el maestro Juan Oseguera Velázquez en la sesión solemne del H. Congreso del Estado verificada el 29 de abril de 1975 en el entonces “Cine Armería”, declarado recinto oficial, para conmemorar el cuarenta aniversario de la elevación a pueblo de la entonces ranchería de Armería y que hoy, en su memoria, líneas abajo, comparto la segunda y ultima parte:

“…La fundación de un pueblo, representa un compromiso y requiere de la colaboración de sus habitantes. Eso se entendió y se logró con creces aquí. Muchos de ustedes, sus progenitores y algunos ciudadanos distinguidos que ya rindieron su tributo a la tierra que hicieron fructificar, trabajaron con entusiasmo ejemplar a través de la junta de mejoras materiales. Nos merece especial mención lo realizado inicialmente, pues a pesar de que fueron obras modestas, en esos años significaban una importante inversión, tanto para los vecinos que vivían en condiciones económicas difíciles, como para las autoridades que ejercían exiguos presupuestos.

Así se construyó la primera escuela en (1937), en la cual trabajaron los educadores colimenses Ricardo Guzmán Nava, Horacio Díaz Virgen y José Juárez Martínez, con el entusiasmo que entonces ponían los maestros rurales, laborando mañana, tarde y noche, dedicando el sábado para labor social en la comunidad. Siguió la introducción del agua del charco verde (1939), la instalación de una pequeña planta de luz y el arreglo del jardín (1942), empedrado de calles y urbanización, edificio para oficinas municipales y muchas aulas más para los escolares.

Posteriormente, con el auxilio del gobierno estatal y federal se continuaron las obras, contando a la fecha con la mayoría de los servicios públicos, excepto el importante del drenaje. Destacaron por su espíritu de colaboración: Jesús Covarrubias, Eduardo Michel, Luis Gómez, Leonardo Jaramillo, Felipe Ramírez, Primitivo Guerra, Crispín Campos, Apolonio Maravilla, Manuel Múñoz, María Villalvazo y Daniel Silva, ya fallecidos.

En 1958, en mi carácter de disputado a la XXXVIII Legislatura, tuve el gusto de presentar una iniciativa, tendiente a elevar a la categoría de municipio a esta zona de Armería. Para apoyar esta moción, demostré con cifras su importancia económica y concluía afirmando, que a diferencia de otras partes del Estado, que deben su progreso de manera especial a inversionistas de diversas partes del país, el florecimiento de Armería, es el producto del esfuerzo de los grupos ejidales y algunos agricultores, que han luchado con tenacidad desde hace muchos años, abriendo nuevas tierras al cultivo en lugares inhóspitos, edificando así un pueblo y un patrimonio para Colima y para México. Ellos han unido sus esfuerzos para vencer las inclemencias del medio ambiente y hacer de Armería, una de las zonas más importantes de la vida económica del Estado; concederle pues, su condición de municipio, no es un acto gracioso o de simpatía, es lisa y llanamente una acción justa, que redundará en beneficio de esta región y de los servicios públicos en general, puesto que podrá ser atendidos con mayor eficiencia y amplitud, al darse la oportunidad a los nativos, de administrarlos y dirigirlos con el entusiasmo y espíritu de colaboración que los caracteriza.

Ese proyecto se hizo realidad, al expedirse el decreto 119 del 26 de mayo de 1967, y así el benjamín de los municipios de Colima, a partir del primero de enero de 1968, inició su vida institucional. Creemos no habernos equivocado, puesto que los objetivos se están cumpliendo, conforme lo permiten sus limitados presupuestos, para sus múltiples necesidades. Desde esa fecha han sido electos como Presidentes Municipales los CC. Rosalío González Espinosa, Prof. Félix Delgado Velázquez y el actual Sr. Salvador Mora Nolasco.

La pequeña propiedad, que ha laborado en armonía con el ejido, está representada por un selecto grupo de agricultores, con mucho arraigo y cariño por esta zona. Entre ellos destaca por su espíritu de empresa, en las ramas agrícola e industrial don Pascual Moreno Barreto, quién en este año, pondrá en servicio el asilo de ancianos “María Luisa Barreto de Moreno”, con una inversión de dos y medio millones de pesos, que tendrá una gasolinera anexa, a fin de que sus ingresos garanticen su futuro funcionamiento.

Las perspectivas de esta municipalidad son halagadoras, su producción agropecuaria se amplía y tecnifica; en el aspecto cultural, además de contar con tres secundarias, una de ellas técnica agropecuaria en Cofradía de Juárez, en breve será realidad el ofrecimiento presidencial de edificar y establecer el bachillerato. El turismo sigue impulsándose, gracias a las playas excepcionales de El Paraíso y Cuyutlán. Complemento para las instalaciones allí establecidas, será el interesante proyecto ejidal consistente en una trailer-park, centro social, hotel, embarcaciones y recorridos en lanchas por el canal, entre los dos balnearios, para el cual Indeco-Colima, ya tiene autorizados inicialmente seis millones de pesos.

La Dirección y Delegación Federal de Turismo, está planeando el acondicionamiento de un Camping, área con servicios para que en forma organizada, acampe el turismo popular; pero lo que propiciará definitivamente el desarrollo de esta importante industria en esta zona, será la carretera costera, que con mucha visión está programando el Sr. Gobernador Arturo Noriega Pizano, con una extensión de 32 kilómetros, entre Cuyutlán y Campos. Estos proyectos traen como consecuencia lógica, la remodelación de los balnearios y la ampliación de los servicios turísticos, acordes con un programa de trabajo estatal y regional.

Estamos bosquejando una crónica y haciendo una evaluación de un pueblo, que en sus cuarenta años de existencia, nos señala el camino del progreso material y nos trasmite, porque se palpa en el ambiente, el anhelo de superación de su juventud estudiosa. Este momento de análisis, de su vida institucional, resulta oportuno para externar algunos puntos de vista y en cierta forma convertirnos en repetidores, de las reiteradas expresiones del Sr. Presidente Luis Echeverría, invitándonos al diálogo y a la crítica constructiva, e insistiendo en la necesidad de crear conciencia y de que se opere un cambio de actitud mental en el mexicano, para que seamos hombres y mujeres de nuestra época.

Si contemplamos el panorama de la administración pública municipal, veremos que resultará positivo el esfuerzo que realizan los HH. Ayuntamientos de la entidad, integrados por ciudadanos deseosos de dejar una huella positiva de su actuación. Es significativo también, que la mayoría de los señores secretarios de esas comunas, sean profesionistas jóvenes y capaces.

Creemos que la función de los señores presidentes municipales, primordialmente debe ser promocional, tratando de coordinar todas las acciones dentro de su municipio, en este momento en que el gobierno federal de manera especial, está canalizando recursos más amplios para impulsar el desarrollo rural y evitar que siga esa corriente migratoria hacia los ciudadanos, originando serios problemas y los llamados cinturones de miseria. Por eso leímos con agrado, la noticia de la iniciativa que lanzara a ese respecto, el dinámico alcalde tecomense J. Concepción Rodríguez Ramírez. Por eso también vemos con simpatía, como los señores diputados locales han puesto en práctica una nueva forma de servir a sus representados, yendo a las comunidades y compenetrándose de su problemática.

Debe servirnos de ejemplo, la nueva tónica que a nivel nacional se ha establecido en la administración pública y es necesario interpretar el pensamiento y dinámica del régimen. Vivimos momentos difíciles, que exigen soluciones adecuadas y oportunas. Como pueblo de limitados recursos económicos, necesitamos jerarquizar nuestras necesidades y que las inversiones públicas se canalicen preferentemente a la solución de los problemas vitales; seguir ampliando la infraestructura básica, que propicie la creación de nuevas fuentes de trabajo para combatir la sub-ocupación. Como parte de la dinámica del régimen, se aplica la reforma administrativa, que incluye la descentralización, creación de nuevos organismos, modernizar los sistemas de trabajo y agilizar los trámites, tratando de combatir el burocratismo. Pero eso requiere espíritu de servicio y una actitud humanista. Como complemento de esa reforma y para mejorar la preparación técnica, profesional y cultural de los servidores públicos, hemos iniciado en Colima, una serie de actividades patrocinadas por la subdirección de acción cultural del Issste, esperando la comprensión y estímulo de trabajadores y titulares de dependencias, a fin de que sean aprovechadas íntegramente esos beneficios, que el gobierno federal otorga a la burocracia en general.

Finalmente debemos considerar, que esta celebración, no sea solamente una reunión para recordar hechos históricos y hacer una glosa de lo que se ha logrado, sino que todos hagamos un propósito de imitar las vivencias positivas y trabajar con mayor brío, para que este municipio y todos los municipios de Colima, sigan adelante al ritmo del desarrollo nacional. Actualmente Armería es un pueblo, pero merece ser ya una ciudad; este es un estímulo que el señor gobernador Lic. Noriega Pizano y los diputados integrantes de la XLIV Legislatura constitucional, pueden y deben otorgarle. Esto lo decimos, seguros de que los habitantes de este municipio, redoblarían sus esfuerzos para colocarla entre las ciudades, donde el urbanismo esté al servicio del hombre y presente una grata fisonomía a propios y extraños.

Ciudadanos: ante el júbilo que hoy nos embarga, al celebrar los cuarenta años de este pueblo joven, estrechemos los afectos que nos unen, prodiguemos nuestro esfuerzo y nuestra acción, para que fructifiquen y se traduzcan en el progreso de Armería, de Colima y de México….” (Concluye la trascripción del documento que leyó el autor). Anotación marginal: “Con afecto para el joven ilustre y caballeroso amigo Miguel Chávez Michel. Armería, Col. 29 de abril de 1975”. Rúbrica. Juan Oseguera Velázquez.

Como podrá observarse, en vida, el maestro Juan Oseguera Velázquez fue uno de los acuciosos investigadores que más estudió y escribió sobre nuestra historia local. Además de conocer y relacionarse personalmente con mayoría de los forjadores de nuestro pueblo, se identificó con ellos y los orientó en su lucha para que Armería fuera elevado a la categoría de Municipio.

En efecto, el 5 de septiembre de 1958, el maestro Juan Oseguera Velázquez, en su calidad de diputado por el primer distrito local (Colima) presentó ante el H. Congreso del Estado la primera iniciativa tendiente a elevar la categoría de municipio al entonces pueblo de Armería. Esta propuesta, debidamente sustentada y fundamentada, por acontecimientos coyunturales (últimos días de la legislatura), no alcanzó los consensos necesarios para lograr el referido propósito. En ese entonces, era gobernador del Estado el ingeniero arquitecto Rodolfo Chávez Carrillo (1955 – 1961) y presidente municipal de Manzanillo don Javier Mata Vargas (1956-1958). La XXXVIII Legislatura (1955-1958) estuvo integrada, además del profesor Juan Oseguera Velázquez, por los diputados Ramón Serrano García, Adolfo Cárdenas Cortés, Carlos Anzar García, Pedro Cueva Chávez, José Macias Mejía y Herminio Málaga Rojas. Oficial Mayor del Congreso: profesor Antonio Cárdenas Sandoval.

Ante ésta eventualidad, nuestros mayores, lejos de abatirse, con renovado entusiasmo continuaron trabajando hasta lograr el anhelado propósito de alcanzar la categoría de municipio. Aspiración que se hizo realidad, como líneas arriba se señala, el 26 de mayo de 1967 al expedirse el decreto número 119. Entre los principales artífices de este encomiable esfuerzo, siempre apoyados y asesorados por el maestro Oseguera Velázquez, recuerdo con gratitud, al Pbro. Juan Hernández León, a los presidentes de la Junta Municipal de Armería, Valente Jiménez Delgado, Francisco Andrade Colmenares, Crispín Campos Enciso, J. Jesús Vaca Farias y Eusebio Michel Rincón. De igual manera, entre otros agricultores y comerciantes, participaron los líderes agrarios Rafael Aguilar Villalvazo, Rosalío González Espinosa, Lino Corona Pérez, Isaac Jaramillo Mesina, Eleno Amador Andrade, Emilio Pérez Sandoval, Mauricio Rodríguez Contreras y Simón Leal Sánchez.

*El autor es miembro del Consejo Estatal de la Crónica, la Asociación Colimense de Periodistas y Escritores, y la Asociación de Cronistas de Pueblos y Ciudades del Estado de Colima.

chavezmichel@colima.com
chavezmichel@gmail.com