martes, 4 de diciembre de 2007

Fiestas patronales

Publicado en Diario de Colima
14 de diciembre de 2005

Miguel CHÁVEZ MICHEL*

Dedico este artículo a mi madre
que siempre fue Guadalupana.

Si analizamos, desde un punto de vista positivo, el “maremoto” registrado en el balneario de Cuyutlán, la mañana del 22 de junio de 1932, encontraremos, que éste, favoreció, en primera instancia, entre otros referentes, la urbanización y crecimiento demográfico del pueblo de Armería. Desde otra óptica, no menos importante, en este desastroso y lamentable evento, encontramos, el antecedente más importante de las “fiestas patronales” de nuestro pueblo, dedicadas, en honor de la “Virgen de Guadalupe”.

En efecto, el “maremoto”, propició, que muchos de los habitantes de Cuyutlán, que sobrevivieron a esta fatalidad, se quedaran en Armería a radicar definitivamente. Este hecho, junto con el incremento poblacional alentado por el “reparto agrario”, favoreció, para que la entonces “ranchería de Armería” fuera elevada a la categoría de “pueblo” el 29 de abril de 1935.

Asimismo, cabe tener presente, los comentarios, que en vida me hiciera Don Guadalupe Rodríguez (a) “El Comino”, en el sentido, que para “dar gracias por haber sobrevivido al maremoto”, a petición de los damnificados y con el beneplácito de la mayoría de los avecindados de Armería, el 12 de diciembre de 1932, el Padre José Maria Arregüin, concelebró una misa, en la “galera de la Hacienda de Armería”, en honor de las vírgenes de “Guadalupe” y de “Talpa”, y desde ese año (1932), el “12 de diciembre” paso a ser un día de fiesta para todo el pueblo de Armería. Prueba de ello, en los libros de la Parroquia de Santo Santiago de Tecomán se asienta que en 1936 “…con motivo de las fiestas Guadalupanas de Armería, el Pbro. José María Arregüin bautizo 14 infantes…”

Sobre este particular, en vida, mi madre Magdalena Michel Araiza , me comentaba, que en 1939 fue comisionado por el Párroco de Tecomán, el Padre Juan Hernández León, para organizar las fiestas de pueblo. Y que ese año, todo el pueblo fue arreglado con “pasacalles” adornados con “papel de China” y que Don Juan Chávez, trajo, no se de donde, muchos “faroles de papel” que fueron colocados en las puertas de lo hogares cristianos. Con alegría y entusiasmo, en amenas charlas, me reseñaba: “…Armería no tenía luz eléctrica… A los faroles, les pusimos en el centro una vela y por las noches, hubieras visto, que hermoso se veía el pueblo, iluminado con faroles de varios tamaños y variados colores… por primera vez, las fiestas se prolongaron tres días… fue tanto el éxito, que a petición de todo el pueblo, el Padre Juan se quedó con nosotros hasta el día en que Dios se lo llevó…” Concluyen los comentarios de mi madre.

Así, a partir de 1939, el Padre Juan Hernández León es comisionado para organizar a la feligresía de Armería; el 24 de agosto de 1942 es designado Capellán; el 12 de diciembre de 1944 se le confiere el cargo de Vicario y el 5 de diciembre de 1951 es investido de Párroco de Armería. Si la mente no me engaña y el corazón no me juega una broma, ya habrá oportunidad, más adelante, para dedicarle mis modestos comentarios, a este gran hombre, a quién tanto debe el pueblo Armería.

Continuando con las fiestas Guadalupanas de mi pueblo, tema central de esta colaboración, explico: 12 de diciembre de 1943, el Excmo. Sr. Obispo Don José Amador Velasco y Peña, auxiliado por Monseñor Ignacio de Alba declaró “patrona de Armería” a la “Virgen de Guadalupe”. Para conmemorar este magno evento, se celebró la “primera función” con un “novenario”. El 12 de diciembre de 1944 la capilla de Armería es erigida en Vicaría. La imagen que aun se venera fue donada por Don Jesús Covarrubias.

A partir del 5 de diciembre de 1951, fecha en que la Vicaría de Armería fue elevada a la categoría de Parroquia, el “novenario” de transformó en “docenario”, es decir, en lugar de nueve, son doce los días de fiesta. Año con año, la parroquia publica una “décima” que contiene los horarios de las misas y los nombres de los oferentes.

Dada la importancia de estas fiestas, en 1977, siendo Presidente Municipal el Sr. Víctor Manuel Jaramillo Carrillo, se organiza, paralelamente, a las celebraciones religiosas, la primera “Feria de Armería”. Así nace, se desarrolla y consolida la fiesta más importante de mi pueblo. Felicidades a los organizadores de ayer y de hoy. Para quienes ya rindieron tributo a la tierra que los vio nacer, sean estos comentarios un timbre de honor. Para quienes continúan esforzándose por darnos lo mejor de su vida, muchas gracias. Lo mejor de Armería son sus habitantes.

* El autor es miembro del Consejo Estatal de la Crónica, la Asociación Colimense de Periodistas y Escritores y la Asociación de Cronistas de Pueblos y Ciudades del Estado de Colima.
chavezmichel@colima.com
chavezmichel@gmail.com

2 comentarios:

Anónimo dijo...

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Miguel Chávez Michel dijo...

Traducción del anterior comentario: “…Yo rara vez dejar comentarios en el blog, pero he estado en este puesto, que fue recomendado por mi amigo, un montón de detalles valiosos, gracias de nuevo…”