martes, 4 de diciembre de 2007

(1) Anécdotas de Don José Ochoa Méndez

(Primera de dos partes)

Publicado en Diario de Colima
16 de julio de 2006

Miguel CHÁVEZ MICHEL*

Siendo casi un niño, días posteriores al “ciclón del mes de octubre de 1959” conocí, en casa de mis padres a Don José Ochoa Méndez, descendiente de genuinos trabajadores de la “Hacienda de Paso del Río”, era un hombre alto y delgado, de aguda inteligencia, privilegiada memoria, pulcro en el vestir, de trato sencillo y amable, gestor incansable de obras y servicios básicos para su ejido, siempre preocupado por el bienestar de su familia y de los habitantes de su adorado “periquillo”, pueblo en el que creció, formó una distinguida familia y pasó los últimos días apreciado y respetado por familiares, amigos, lugareños y avecindados.

Desde muy joven, fue mayordomo de los madereros y de las carretas tiradas por los bueyes, que se usaban, en la hacienda de “Paso del Río”, para arrimar la madera al aserradero que se localizaba en “cocinitas”, pequeña ranchería que se encontraba al noreste del actual Cofradía de Juárez. Este empleo, lo heredó de Don Idelfonso Méndez, que era su tío materno y padre de crianza. Muy chico, fue “morrongo” de las “mulas de aparejo” y “carritos tirados por mulas” que se utilizaban para movilizar la carga. (Entre los arrieros de la época, se le decía “morrongo” al muchacho que iba delante de las carretas, montado en una yegua, a la que colgaban un cencerro en el pescuezo para que las mulas la siguieran). Su padre, fue Bonifacio Ochoa, que en vida, fue uno de los cinco caporales de los ranchos ganaderos de la hacienda, que se conocía con el nombre de “cuatán”.

El mas lejano recuerdo que tengo de su persona, es una amena conversación, que con seductora emoción, mantenía con mis padres y otras personas mayores de Armería y Periquillo, sobre la visita, que ese día, había hecho a nuestro pueblo “Doña Eva Sámano de López Mateos”, para reanimarnos con su seductora presencia y palabras de aliento, principalmente para nuestros ascendientes, que se encontraban muy angustiados, por la destrucción que había dejado el ciclón, entre otras pérdidas, las tierras de cultivo se encontraban inundadas, la mayoría de las casas sin techo y con excepción de la escuela y el casco de la hacienda, el pueblo de “periquillo” simplemente había desaparecido, todo se lo llevó el río.

Como todos los niños, en primera fila, no perdíamos detalles en las pláticas de nuestros mayores. Así, viene a mi mente el recuerdo de Don José Ochoa Méndez, que narraba, con lágrimas en los ojos, cómo el caudal de río fue destruyendo casa por casa, incluyendo la suya. Entre otros comentarios, acentuaba, que desde 1906, no había vuelto a vivir cosa semejante. Aquél año (1906), manifestaba, “el río, también se llevó el puente de la carretera, en ese entonces, la creciente, destruyó la finca de la hacienda, el talud del puente del ferrocarril y parte de la vía angosta”.

En abril de 1973, en espera del Prof. Antonio Barbosa Helt, que iniciaba, en Periquillo, su gira política por Armería, cómo candidato del Partido Revolucionario Institucional a Gobernador del Estado, Don José Ochoa Méndez, en agradable charla con otros dirigentes agraristas de la época, nos explicaba, que “…a finales de 1933, el General Lázaro Cárdenas del Río, en su gira como candidato del Partido Nacional Revolucionario (PNR) para la Presidencia de la República, había visitado la hacienda de Paso del Río. Era entonces Gobernador del Estado Don Salvador Saucedo y su hermano el Presidente Municipal de Manzanillo. Quizás ellos opinaron que en la hacienda se le ofreciera un banquete al General…”

Y al efecto, mencionaba, “me acuerdo, que por instrucciones del terrateniente Don Sthefano Gherzi, a todos los trabajadores de la hacienda nos regalaron un sobrero de palma, pantaloncillos de manta y huaraches… Nos formaron, por todo el camino, desde el “casco de la hacienda”, hasta la “estación de bandera” que se ubicaba en la ranchería, de “la báscula”, de este lado de la estación de Tecomán… el tren del General, integrado por tres vagones llegó como a las dos de la tarde y de inmediato, el candidato, lo trasladaron hasta el lugar del convivio en un camioncito de la hacienda que le decíamos “la cotorra”… el chofer era mi hermano Juan… a mi me dieron, por tarea, jimar los cocos que se iban a tomar los invitados, con la prohibición de abrirlos…”

Para ese entonces, “…ya se hablaba, que llegando el General a la Presidencia se repartirían todas las tierras… tal vez, por eso, una de las personas de las que venían con el General le dijo al Sr. Gherzi que la cosa no tenía remedio, que la única forma de escapar era que hiciera un fraccionamiento y lo legalizara para que se pudiera defender por algún tiempo del inminente reparto agrario… Ahí conocí a Don Pascual Moreno Barreto, a quien el General Cárdenas abrazaba con mucho afecto y le decía “mi Capitán”… Por la tarde, fueron a conocer las huertas de la cañita…” y allí, dirigiéndose a Don Pascual le dijo: “…mi capitán, llegando a la Presidencia quiero que le compre al Sr. Gherzi todo el coco que se produzca, lo vamos a ocupar para semilla…”

“…Tal vez por las pláticas sobre el cercano reparto agrario…semanas después, para hacer la medición de las tierras llegó un ingeniero de Guadalajara… y el Sr. Gherzi me habilitó para que le mostrara todos los potreros y ranchos… con las tierras de riego, hicieron veintiséis lotes que pusieron a nombre de distintas personas, entre los cuáles figuramos algunos de los trabajadores de confianza, pero la mayoría fueron personas de Guadalajara y Colima… la parte alta de cuatán, fue solicitada para zona ganadera… entonces los certificados de inafectabilidad se autorizaban por veinticinco años… lo importante, era manifestar lo más pronto posible el fraccionamiento para evitar que grupos de otras partes solicitaran ejidos en los terrenos de la hacienda… así lo recomendaba, con vehemencia, el apoderado del Sr. Gherzi, licenciado Ramón Ahumada…”

“…Cuando el Sr. Gherzí presentó en la ciudad de México, la solicitud de su fraccionamiento para su certificación, en Gobernación le contestaron que no se lo podían registrar porque hacía falta que en el casco de la hacienda hubiera un ejido, para que, de acuerdo con la ley, se comprobará que las necesidades del poblado estaban satisfechas en materia agraria… entonces, el hacendado, con la asesoría del Licenciado Ahumada, maniobraron para fundar un ejido en el caso de la hacienda que benefició solamente a 26 capacitados de los mismos trabajadores de la hacienda y el día primero de mayo de 1949 se dio la primera resolución…. por ello, durante varios años, el “ejido Periquillo” era conocido con el mote de “ejido blanco”, ya que originalmente fue solicitado para defensa de la hacienda de Paso del Río…”

Continuará…

* El autor es miembro del Consejo Estatal de la Crónica, la Asociación Colimense de Periodistas y Escritores y la Asociación de Cronistas de Pueblos y Ciudades del Estado de Colima.
chavezmichel@colima.com
chavezmichel@gmail.com

COMENTARIOS:

NOÉ ha dejado un nuevo comentario: 9 de junio de 2010 16:54

“Buenas tardes Sr, el motivo de este mensaje es, saber si me puede ayudar a encontrar familia de mi abuelo Manuel Barbosa González, el era hijo de Manuel Barbosa Helt, el tío de mi abuelo fue el Secretario de Educación que….”

RESPUESTA:

Estimado amigo. En efecto, conozco y me une solida amistad con descendientes de la familia BARBOSA HELD. Para precisar detalles y apoyarle en su petición mucho agradeceré me escriba a la siguiente dirección chavezmichel@gmail.com.

ACLARACIÓN:

El tío de su abuelo, no fue Secretario de Educación. En vida, fue candidato a Gobernador del Estado y respondió al nombre de ANTONIO BARBOSA HELD. Luego entonces, he de merecer la compresión de usted por no publicar la ultima parte de su misiva, en la que afirma situaciones, además de lamentables, al menos hasta hoy, no comprobadas.

Para precisar, los acontecimientos en comento, le participo que en el mes de noviembre de 2007 publiqué una crónica titulada “Tercer Ayuntamiento (1974-1976)” y que podrá localizar en este blog en el año y mes que se menciona y solo para efectos, de ilustrar sus dudas, me permito trascribir algunas partes de la misma:

Cito: “…Para cumplimentar el Decreto No. 164 expedido por la XLIII Legislatura del H. Congreso del Estado por el que se declararon validas las elecciones efectuadas el primero de julio de mil novecientos setenta y tres, el Comité Municipal del P.R.I. a mi cargo apoyó la organización de una marcha popular para pregonar mediante Bando Solemne la declaratoria de Gobernador Electo al Profr. Antonio Barbosa Heldt….

“…Por los hechos que sucedieron, el mes de septiembre de 1973, fue un período de extremosos contrastes. Hagamos remembranza de algunos de ellos… En la medida que nos acercábamos al sexto informe de gobierno de don Pablo Silva García nadie nos imaginábamos los trágicos acontecimientos de los siguientes días….”

“…Para colmo de los males, en la víspera de las definiciones de las candidaturas para Presidentes Municipales, el dieciocho de septiembre de 1973, lo que principió al mediodía como un rumor, en la tarde fue confirmado: “de un balazo se privó de la vida el gobernador electo Antonio Barbosa Heldt”. Al día siguiente, la prensa publicó una carta dirigida al Lic. Mario Moya Palencia, Secretario de Gobernación, que a la letra decía:

“…Todo mi deseo de servir a Colima, que se hizo patente durante la campaña política que llevé a cabo para alcanzar la gobernatura de aquella entidad, se ha frustrado a consecuencia de que mi salud comenzó a quebrantarse en las últimas semanas, como a usted le consta cuando le pedí autorización para abandonar el país e internarme en un sanatorio…”

“…Nada ha podido ceder la infección renal y como resultado de ello mi moral ha sufrido un fuerte desplome a tal grado que llevo más de dos meses sin poder conciliar el sueño…”

“…Qué hacer ante problemas tan graves como mi falta de salud y la ya casi comprobada imposibilidad de rescatarla. Colima necesita un gobernante sano y por tal motivo con el dinamismo necesario para emprender las grandes acciones recomendadas al suscrito por el Sr. Presidente Echeverría y ya incluidas en mi programa de gobierno próximo a iniciarse. Por eso, pienso que la única salida a esta situación de encrucijada que se presenta por circunstancias ajenas a mi deseo, es mi voluntaria eliminación, a fin de dar sitio a quien en plenitud de su salud pueda hacer por Colima lo que el estado requiera para su progreso…”

“…Muchas gracias licenciado por la ayuda y estímulo que en todo momento recibí de usted y por su preocupación para que pudiera recobrar mi salud. No se pudo. Pido perdón por el daño que momentáneamente ocasiono a la situación política de Colima y a su tranquilidad, pero es preferible que esto haya sucedido antes que después. Su amigo y servidor que mucho lo aprecia. Antonio Barbosa Heldt…”

“…El 19 de septiembre asistimos a la ceremonia luctuosa que se verificó en el salón de sesiones del H. Congreso del Estado que se ubicaba en la planta baja de Palacio de Gobierno, posteriormente el cortejo fúnebre partió hasta el panteón municipal. Las exequias de don Antonio Barbosa Heldt fueron encabezadas por el Gobernador Pablo Silva García y el Secretario de Educación don Víctor Bravo Ahuja que asistió con la representación del Presidente Echeverría…” Concluye la cita.

Confiando en su benevolencia, reciba un cordial saludo. De usted. Muy respetuosamente. Miguel Chávez Michel

2 comentarios:

ReyAzteca2012 dijo...

HOLA DON MIGUEL CHAVEZ MICHEL:- mi nombre es Eustaquio Ochoa y naci en Armeria, hace 61 años, tal vez me recuerdes, soy hijo del Apicultor que tenia su apiario por la calle Ejido hasta el final donde le decian LA CAHUINGA. Me dio mucho gusto leer tu historia de la Hacieda de Periquillo, Cofradia de Juarez y rancherias vecinas,, yo estudie, en Tecoman, con los hijos(as) de Don Juan Ochoa Mendez, mencionado en tu relato, El es papá de Fello, Juan, Hermelinda, Magdalena (nena)y otros que no recuerdo, de apellidos OCHOA ALCARAZ..

Anónimo dijo...

Asi es mi estimado eustaquio mi abuelo José ochoa Méndez fue el padre de fello,javier, chava, juan, inez, paula,hermelinda, emilia y nena de la cual tengo el gran honor de ser hijo de nena y de formar parte de esta gran familia unida y trabajadora pero sobre todo sensilla y humilde