lunes, 7 de enero de 2008

Club de Leones de Armería, A. C.

Publicado en Diario de Colima
Domingo 6 de enero de 2008

Miguel CHÁVEZ MICHEL*

Los Clubes de Leones (Lions Clubs International), tal vez, es la organización mundial de servicio más grande del mundo, según el sitio web http://www.lionsclubs.org, su estructura forma una red de un millón trescientos mil hombres y mujeres en 202 países de los cinco continentes, que voluntariamente trabajan en diversas actividades sociales de beneficencia, obras de filantropía y múltiples servicios comunitarios que realizan con fondos aportados por ellos mismos, según sus posibilidades económicas o en acciones de recaudación de fondos.

Actúan a través de clubes locales, células básicas de servicio, amistad y convivencia con propósitos altruistas, cuya única intención es la asistencia social libre de toda actividad lucrativa, comercial, partidista o credo religioso. De tres a cinco clubes forman parte de una zona, presidida por un Jefe de Zona. Tres o cinco zonas integran una región, tutelada por un Vicegobernador de Región. Tres o más regiones constituyen un Distrito sencillo dirigido por un Gobernador de Distrito.

En un país o región del mundo, con un mínimo de tres distritos alcanzan la posibilidad de constituirse en un Distrito Múltiple, en su caso, coordinado por un Presidente del Consejo de Gobernadores de Distrito. La demarcación geográfica que corresponde a México se encuentra integrada en el Distrito Múltiple B, en donde participan casi 500 clubes organizados en 9 Distritos sencillos (B-1 al B-9) distribuidos territorialmente en toda la nación mexicana.

Así, entre otros servicios tendientes a mejorar la calidad de vida de sus comunidades, los leones aportan ayuda en catástrofes, ofrecen asistencia social, crean escuelas, trabajan para mejorar el medio ambiente, apoyan a los ciegos, gestionan exámenes de agudeza auditiva, previenen la ceguera con la entrega de lentes y tramitando cirugías de cataratas a personas mayores de 50 años de escasos recursos y que no cuentan con seguridad social, organizan exámenes gratuitos para la detección de la diabetes y patrocinan información para su prevención y tratamiento. En esta labor altruista destacan por su capacidad de organización y penetración social los comités de damas leonas integrados con las esposas de los asociados.

El movimiento leonístico fue fundado en Chicago, Illinois, Estados Unidos, por Melvin Jones el 7 de junio de 1917. Sus objetivos, estatutos, reglamentos y código de ética fueron aprobados en octubre de 1917. El primer Club de Leones que se organizó fuera de los Estados Unidos, se fundó en Canadá el 12 de marzo de 1920, dándole a la organización su carácter internacional.

La simbología de la palabra LIONS aprobada en la III Convención en Chicago (1919) se representa con las siguientes letras: (L) de libertad, (I) de inteligencia, (O) de orden, (N) de nacionalidad y (S) de servicio. Españolizado, el concepto LEONES connota (L) de libertad, (E) de entendimiento, (O) de orden, (N) de nacionalidad, (E) de esfuerzo y (S) de servicio. Su lema “Nosotros servimos” fue adoptado en 1945.

El 15 de marzo de1927 se inicia la historia del Leonismo en México, al entregarse la carta constitutiva al Club de Leones de Nuevo Laredo, Tamaulipas. Posteriormente el 18 de enero de 1934 se constituye el Club Central de Leones de la Ciudad de México y en ese mismo año fueron organizados por este Club, los de Puebla, Monterrey, Tehuacan, Tampico y Veracruz.

Por iniciativa del Gobernador del Estado licenciado Manuel Gudiño Díaz, el 30 de marzo de 1944 se fundó en Colima el primer Club de Leones de nuestra entidad federativa integrándose su inicial directiva con el Lic. Melitón de la Mora como presidente. Carlos L. Oldenbourg, Jr. como Secretario y Tesorero don Enrique Ceballos Cárdenas.

Patrocinados por el Club de Leones de Colima, A. C. se organizaron los clubes de leones de Tecomán y Manzanillo, el primero se formó el 5 de marzo de 1952 siendo su primer presidente don Antonio García Brizuela y el segundo se constituyó el 31 de julio de 1953 teniendo como presidente a don Manuel Cordera. Después de una escisión, en 1985 el Club de Leones de Tecomán se separo del movimiento internacional para formar parte de la corriente nacionalista denominada leonísmo nacional.

Apadrinados por el Club de Tecomán, el Club de Leones de Armería, A. C. con veintidós socios fundadores se constituyó el 16 de febrero de 1960, recibiendo su carta constitutiva el 22 de junio del mismo año, integrándose al distrito B-4 del occidente de la República Mexicana (Colima, Jalisco, Michoacán, Nayarit y Sur de Zacatecas).

Los señores Antonio García Brizuela, Gustavo Cuevas y el doctor Adalberto Torres Gaytán integrantes del Club de Leones de Tecomán, fueron los principales promotores para la constitución del Club de Leones de Armería, A. C. Ellos contribuyeron con asesoría, apoyo y orientación al incipiente grupo que pretendía integrarse al movimiento leonístico internacional.

La primera mesa directiva se conformó con don Eusebio Michel Rincón como presidente, José Luis Vázquez Morales como secretario y la tesorería estuvo a cargo de don J. Trinidad Ayala Méndez. Su primer vice-presidente fue el Dr. Cipriano Jiménez Núñez.

Los socios fundadores fueron Pablo Agreda Guerrero, profesor J. Concepción Aguilar de la Mora, Gabriel Arrechea Linares, Rafael Ascencio Bautista, J. trinidad Ayala Méndez, Arnulfo Díaz Cuevas, Genaro Díaz Cuevas, Antonio García Núñez, Nivardo Herrera Solís, Ignacio Hoyos Velázquez, Dr. Cipriano Jiménez Núñez, Vicente López Salazar, Eusebio Michel Rincón, Salvador Mora Nolasco, Onésimo Ortíz Martínez, Agustín Ploneda Orozco, Felipe Ramírez Victoria, Felipe Ramírez Alcaráz, Gilberto Ramírez Alcaráz, Pedro Rizo Múñoz, J. Jesús Vaca Farías y José Luis Vázquez Morales. Poco tiempo después se incorporaron como nuevos socios los señores José Antonio Covarrubias Rodríguez, Adolfo Bustos Solórzano y Juan Gonzalo Rincón.

De los fundadores solo sobreviven Antonio García Núñez, Gilberto Ramírez Alcaráz y el Dr. Cipriano Jiménez Núñez; los dos primeros continúa activos en el club y el último se retiró por haber cambiado de residencia a otra entidad federativa.

La primera reina del Club de Leones de Armería, A. C. fue la señorita Maria Michel Ortega (María I) mejor conocida con el seudónimo de “Mariquis” y fue coronada en el año de 1961, con lo que se inicia la tradición de los bailes de coronación de las reinas del Club. La primera soberana llevó como paje al niño Arnulfo Día Lara (por cierto el “niño Arnulfito” ya no creció).

Desde su fundación los socios se reúnen cada quince días en sesiones-cenas donde además de convivir en familia fortalecen sus lazos de fraternal armonía y en ese ambiente de amistad y concordia generan solidarias sinergias que les permiten trascender en la sociedad con su altruista labor.

Las primeras reuniones se verificaron en casa de su presidente don Eusebio Michel Rincón y en los domicilios particulares de otros socios fundadores. A partir de 1961 acondicionaron las primeras instalaciones del Club que se ubicaron en la parte posterior del domicilio de su presidente (Nayarit número 4) en donde trabajaron por espacio de 3 años (1961-1964). Después, de 1964 a 1968 se situaron en la calle Yucatán número 9, en una finca propiedad del Sr. Vicente López Salazar. Luego de 1968 a 1975 se cambiaron a una era propiedad del Sr. José Antonio Covarrubias Rodríguez (Chihuahua No. 16). Este lugar fue acondicionado con una cocineta, sanitarios y un foro en la parte norte.

A partir de 1968 la cueva del Club de Leones ubicada en la calle Chihuahua No. 16 fue escenario de los acontecimientos culturales, sociales y políticos más importantes del pueblo, entre ellos, sesiones solemnes del Cabildo Municipal y los tradicionales bailes de coronación de reinas, bodas y graduaciones. Durante los períodos de Rafael Aguilar Orozco (1973-74), Tomas Vaca Araujo (1974-75) y Hugo Flores González (1975-76) se constituyó una sociedad anónima para la adquisición de un predio ubicado en la avenida J. Jesús Covarrubias en donde se construyeron las instalaciones techadas con láminas de acero galvanizado que actualmente ocupan, mismas que fueron inauguradas el 11 de septiembre de 1975. Posteriormente, en 1991 durante la presidencia de Isaac Ramírez Delgado se amplio el área techada con una nueva nave y el actual foro fue edificado en 1998 por el profesor Carlos Cruz Mendoza.

En sus primeros diez años fueron presidentes del Club de Leones de Armería: Eusebio Michel Rincón (1960-61), Dr. Cipriano Jiménez Núñez (1961-62), José Luis Vázquez Morales (1962-63), Gilberto Ramírez Alcaraz (1963-64), Salvador Mora Nolasco (1964-65), José Antonio Covarrubias Rodríguez (1965-66 y 1969-70), Marcelino Ramírez Durán (1966-67), Felipe Ramírez Alcaraz (1967-68) y Arnulfo Díaz Cuevas (1968-69).

De 1970 a 1990 continuaron como presidentes: Nivardo Herrera Solís (1970-71), Gabriel Arrechea Linares (1971-72), Antonio García Núñez (1972-1973), Rafael Aguilar Orozco (1973-74), Tomas Vaca Araujo (1974-75), Hugo Flores González (1975-76), Mariano Michel Ortega (1976-77), Lorenzo Cruz Verduzco (1977-1978 y 1979-80), Silvano García Estrada (1978-79), Federico Macías Ramírez (1980-81), Carlos Sevilla Valdovinos (1981-82), Martell Casillas Contreras (1982-83), Francisco Lara Cárdenas (1983-84), Calixto Viveros Cárdenas (1984-85), José Arizaga Carrillo (1985-86), Roberto Aguayo Vega (1986-87), Claudio Bolaños Bárcenas (1987-88), Apolonio Puente Carrillo (1988-89), Lorenzo Cruz Verduzco (1989-90) e Isaac Ramírez Delgado (1990-91)

De 1991 a la fecha han ocupado el honroso cargo de presidente los siguientes compañeros: Martell Casillas Contreras (1991-92), Diego Bautista Manzo (1992-93), José Luis Barbosa Hernández (1993-94), Druso Alfonso Escalante Petra (1994-95), Manuel Chávez Michel (1995-96), Jonás Caraballo Juárez (1996-97), César Octavio García Guevara (1997-98), Carlos Cruz Mendoza (1998-99), Arnulfo Díaz Lara (1999-2000), Miguel Hilario Bermúdez (2000-01), Isidro Galván Parra (2001-02), Miguel López Jiménez (2002-03 y 2006-07), Salvador Mora Nolasco (2003-04), Oscar Verduzco Velasco (2004-05), Juan Manuel Covarrubias Leyva (2005-06) y Humberto Guzmán Huerta (2007-08).

Varios de sus socios, han ocupado el cargo de Jefes de Zona e importantes encomiendas en el leonísmo distrital, entre ellos, César García Guevara fue Gobernador del Distrito B-4.

En sus casi cuarenta y ocho años de vida, el quehacer altruista desarrollado por el Club de leones de Armería A.C. ha trascendido el ámbito local, son muchos los servicios y no menos las obras materiales realizadas, más, por razones de espacio, me es prácticamente imposible enumerarlas en su totalidad, mas sin embargo, por su importancia y trascendencia solo me referiré, en su conjunto, a una mínima parte de ellas.

En esta tesitura, el Club de Leones de Armería A.C. ha participado en la cimentación de un colectivo cada vez más grande en lo material y en lo espiritual, como lo pueden testimoniar los diferentes donativos que ha realizado para la construcción de la Cruz Roja Mexicana, la edificación y mejoramiento de escuelas públicas, principalmente jardines de niños, así como para la atención médica o mediante campañas para la dotación de lentes y prótesis, a personas, que carecen de recursos para su asistencia.

Es de destacarse también la labor social que lleva a cabo la Institución a través de su Comité de Damas, en la entrega de despensas y otras aportaciones a los habitantes de comunidades en situación de emergencia. Se otorgan apoyos con medicamentos y recursos monetarios a personas con problemas de salud, primordialmente ancianos e indigentes. Se ayuda económicamente a minusválidos para su traslado a centros de rehabilitación. Además, participan en campañas de saneamiento ambiental, mejoramiento de la vivienda, actividades culturales y deportivas, coloquios, pláticas y conferencias.

Por ello, con motivo del cuarenta y cinco aniversario de su fundación, a propuesta del entonces diputado Carlos cruz Mendoza, el H. Congreso del Estado en sesión solemne verificada el “salón de usos múltiples Gustavo Alberto Vázquez Montes” de la cabecera municipal de Armería, el 23 de enero de 2005 los diputados integrantes de la LIV Legislatura entregaron al Club de Leones de Armería, A. C. un meritorio reconocimiento por su altruista labor desplegada en favor de la sociedad armeritense.

CREDITOS: Esta crónica fue elaborada con datos compilados hasta 1996 por Hugo Flores González y actualizados con evidencias proporcionadas por mi hermano Manuel Chávez Michel. Aclaro, entre otros datos y parte de la información que se incluye en esta columna se los proporcioné a mi amigo Oscar Guedea y Castañeda para su libro “Armería. El joven Municipio”. Por ello, conociendo el profesionalismo del acucioso historiador en comento, a quién por cierto respeto y admiro, seguro estoy que comparte mi opinión, para que estas líneas sirvan de reconocimiento al esfuerzo que realizaron Hugo Flores González y Manuel Chávez Michel para rescatar los datos que se glosan en su libro y en esta colaboración.

*El autor es miembro del Consejo Estatal de la Crónica, la Asociación Colimense de Periodistas y Escritores, y la Asociación de Cronistas de Pueblos y Ciudades del Estado de Colima.

chavezmichel@colima.com
chavezmichel@gmail.com

COMENTARIO DE ILIANA ROSALÍA ARIAS LARA

Mi nombre es Iliana Rosalia Arias Lara una orgullosa Armeritense.

Por azares del destino me encontré con esta pagina, de la cual me he vuelto en una asidua lectora.

Me agrada mucho aprender de la vasta historia que tiene nuestro tan querido terruño y lo cual el Lic. Chávez Michel a tenido a bien haber de preservar dicha información. Siendo mi familia, de las familias mas antiguas en la ciudad de Armería, me llena de orgullo leer los datos tan precisos con fechas y nombres a los que el Lic. hace mención. Muchas gracias, Licenciado por su ardua labor.

Pero así como encono su labor también rechazo los comentarios innecesarios que hace el Lic. Es verdad que mi primo hermano el Sr. Arnulfo Díaz Lara fue el paje en la coronación de Mariquis Michel...mas no era necesario que hiciera referencia al hecho que mi querido primo, carece de estatura.

Por favor, Lic. yo le pido que se abstenga ud. de hacer este tipo de comentarios, puesto que ud. nunca sabe quien va a leer sus crónicas. Además, quienes somos para hacer referencia de los defectos ajenos, cuando nosotros mismos tenemos tantos, que no podemos remediar. Quizás, entre ud. y el Sr. Díaz Lara exista una amistad, la cual le ha dado a ud. la confianza para hacer tal referencia, mas eso el lector quizás no lo sepa. Yo, quiero continuar disfrutando de su columna...pero, por favor, no me gustaría volver a encontrarme un comentario tan innecesario como el que acabo de leer en su crónica sobre "El Club de Leones".

Lo exhorto a que continué con sus crónicas...mas sin ofender a nadie! Recuerde, que siempre "vemos la paja en el ojo ajeno...mas no la viga en el propio" Muchas gracias, por su atención a mi comentario. QUE DIOS LO COLME DE RICAS Y ABUNDANTES BENDICIONES Y QUE EL EXITO SEA SU SOMBRA. Sinceramente, Sra. Iliana Rosalía Arias de Martínez

RESPUESTA DE MIGUEL CHÁVEZ MICHEL A COMENTARIO:

Estimada paisana Iliana Rosalía Arias Lara.
Presente.

No sin antes agradecer tus finas atenciones agradezco tus amables comentarios y puntual reclamo que acepto y valoro, mismo, que con esta fecha he puesto al final de la columna escrita sobre el “Club de Leones de Armería” para dejar constancia escrita que no se trata de ningún acto peyorativo a mi dilecto amigo Arnulfo Díaz Lara, quién por cierto, me proporcionó el dato de haber sido el paje de la reina Mariquis y que él mismo me expresó cuando me mostraba la fotografía de ese magno evento: “Cómo podrás observar el niño arnulfito no ha crecido”. (Concluye la cita) En esa tesitura, aclaro, con Arnulfo nos conocemos desde la infancia y nos une una hermandad y confianza más grande de lo que tú te podrás imaginar y que su tío Genaro Díaz Cuevas, así como su padre Arnulfo Díaz Cuevas, en vida, fomentaron. Luego entonces, sirvan estas líneas en testimonio de gratitud y permanente amistad para toda la familia y en especial para tu tía Angelina Lara Cárdenas viuda de Díaz Cuevas
Recibe un cordial saludo. Muy respetuosamente. Tu amigo siempre. Miguel Chávez Michel

miércoles, 2 de enero de 2008

Secundaria Federal Antonio Barbosa Heldt

Publicado en Diario de Colima
Domingo 16 de diciembre de 2007

Miguel CHÁVEZ MICHEL*

EN el período de 1960 a 1965 la educación primaria del entonces pueblo de Armería sólo se impartía en un colegio particular y dos escuelas oficiales. El colegio “Sor Juana Inés de la Cruz” fundado en la década de 1950 por el padre Juan Hernández León funcionaba en dos segmentos: la sección de niñas y la unidad para varones. En la sección de niñas operaba un bien reconocido y afamado sistema de “internado” en donde se alojaban, de lunes a viernes, alumnas procedentes de Tecomán y Colima.

La escuela primaria federal Revolución que funcionaba desde 1932 y cuyo primer edificio le fue construido en la década de 1940 operaba en forma mixta para hombres y mujeres y en turnos matutino y vespertino. La escuela de la colonia Independencia que también formaba parte del sistema federal de educación primaria para ambos sexos sólo funcionaba por las mañanas.

En esta tesitura, quienes concluían su educación primaria y tenían posibilidades de continuar sus estudios, que por cierto, no eran muchos, se desplazaban diariamente a la secundaria federal “Gregorio Torres Quintero” de la ciudad de Tecomán; los menos, asistíamos a planteles educativos de las ciudades de Colima o Guadalajara.

En este escenario de falta de centros educativos para estudiar el segundo nivel de enseñanza, el párroco del pueblo, el Pbro. Juan Hernández León, hombre culto y visionario que se adelantó a su tiempo, en el año de 1962 abanderó un modesto esfuerzo por instituir la educación secundaria para que los egresados de las primarias pudieran continuar sus estudios en Armería sin necesidad de trasladarse a otras poblaciones.

Así, por iniciativa del padre Juan Hernández León, la unidad para varones del colegio “Sor Juana Inés de la Cruz” comenzó a funcionar en dos segmentos, el de educación primaria y el de secundaria. Entre los maestros que laboraron en secundaria recuerdo con especial afecto, entre otros, a los profesores Druso Alfonso Escalante Petra y Antonio Magaña Tejeda.

A la distancia, es razonable aceptar que esta comedida decisión no alcanzó el éxito esperado, dado que, la gran mayoría de los estudiantes de la época no contaban con los recursos económicos suficientes para cubrir el pago de las modestas colegiaturas. Mas sin embargo, justo es reconocer, que gracias a la entusiasta decisión del padre Juan Hernández León, en el sentido de iniciar en Armería la educación secundaria, sembró entre las autoridades locales y los padres de familia, la inquietud para organizarse con el propósito central de fundar una secundaria.

En este orden de ideas, a iniciativa de los profesores Benjamín Pineda Gutiérrez, Leobardo Juárez Alcántar y J. Concepción Aguilar de la Mora, el presidente de la junta municipal, Sr. J. Jesús Vaca Farías, presidió varias reuniones entre los padres de familia de las dos primarias oficiales en donde analizaron la posibilidad de que el nuevo edificio de la escuela Revolución, que estaba por concluirse, albergara también a la secundaria. A esta iniciativa se sumaron con entusiasmo entre otros, don Pablo Cernas, Lino Corona Pérez, Gustavo Sotomayor de la Mora, Rafael Aguilar Villalvazo, Ignacio Hoyos Velázquez, Salvador Mora Nolasco, Rosalío González Espinosa, Felicitas Carrillo Velázquez y mi padre Miguel Chávez Vega.

Concluido el nuevo edificio de la primaria Revolución, por iniciativa de don Jesús Vaca Farías se le denominó Centro Escolar “Presidente Adolfo López Mateos”. Por cierto, en menos de diez años, estas instalaciones fueron demolidas ya que resultaron dañadas por el sismo del 30 de enero de 1973.

Posterior a insistentes gestiones de los padres de familia el gobernador Francisco Velasco Curiel giró instrucciones a la Dirección de Educación Pública del estado para que se otorgara el permiso de una secundaria por cooperación, correspondiéndole el número dieciséis, misma que inició actividades a partir del mes de septiembre de 1964 en las instalaciones del Centro Escolar “Adolfo López Mateos”.

Por falta de un edificio propio para la secundaria por cooperación No. 16, con la participación de los padres de familia y pueblo en general, el presidente de la junta municipal don Eusebio Michel Rincón, edificó un inmueble de dos plantas en terrenos adjuntos a la junta municipal. Esta construcción fue inaugurada en 1967 por el Lic. Francisco Velasco Curiel.

Ante la falta de maestros del nivel, siendo presidente municipal don Rosalío González Espinosa y en apoyo de las gestiones de los alumnos encabezados por el líder J. Reyes Collás Avalos y la sociedad de padres de familia dirigida por don Sr. Gil Alvarez, se iniciaron, vía gobierno del estado, los trámites para su incorporación al sistema federal de educación secundaria, lográndose la anhelada petición el primero de octubre de 1968.

De inmediato, las autoridades educativas designaron como primera directora a la profesora Basilia Anguiano Guijosa, mujer inteligente, disciplinada, enérgica y de carácter muy intenso. El nuevo personal docente se integró con Adelina González Sánchez, Carlos Vizcaíno Vázquez, Francisco Rubio Alcocer, Jaime Granados Burgos, Juvencio Díaz M., Joel Zayas Becerra, Lucas Villegas de la Cruz, Manuel Avalos Alcalá, Oscar Manuel Hernández Corichi y Rigoberto Gaitán Flores. La señorita Alicia González Sánchez fue nombrada secretaria taquimecanógrafa y para los servicios de intendencia fueron seleccionados entre los alumnos del mismo plantel a Luis Manuel Lam López y Francisco Ramírez.

Con la nueva planta docente la secundaria federal inició actividades en el mismo mes de octubre de 1968, albergando en su seno a la totalidad de los alumnos que habían iniciado sus estudios en la escuela secundaria por cooperación No. 16.

En el último tercio de 1971 con motivo de la elección de la sociedad de alumnos se empezó a manifestar abiertamente lo que en un principio parecía ser un conflicto de intereses entre docentes y que concluyó con un lamentable desencuentro entre maestros, directora, alumnos, padres de familia y pueblo en general. Si la mente no me falla, sólo trataré de recapitular algunos hechos:

Primero: En el mes de octubre de 1971, en reñida competencia, más entre maestros que entre escolares, resultó electa la planilla de la sociedad de alumnos integrada en la siguiente forma: presidente, Juan José Sedano Hernández; secretario, David Pérez y tesorera, Teresa Ramírez Delgado.

Segundo: Con el fin de resolver algunos problemas ocasionados, al parecer por indisciplina de algunos alumnos, el lunes 10 de enero de 1972 por convocación de la directora Basilia Anguiano Guijosa, se verificó una reunión con todo el personal docente y padres de familia. Entre otros acuerdos se tomaron los siguientes: sólo tolerancia de diez minutos para ingresar al plantel; a partir del primero de febrero el alumno que no llevara uniforme y libros no sería admitido y también se revisaría al ingreso el aseo personal de todos los escolares.

Tercero: Las anteriores disposiciones dividieron al plantel en dos corrientes de opinión: unos padres de familia demandaban superiores apremios, y otros, procuraban tolerancia y menor severidad.

Cuarto: Ante las estrictas medidas adoptadas por la dirección para con el personal docente y alumnos, que un amplio sector apreciaba de excesivas y posterior a varios desencuentros, el jueves 23 de marzo de 1972, un grupo de alumnos encabezados por su presidente Juan José Sedano Hernández y apoyados por varios padres de familia colocaron un candado en la puerta de acceso a la secundaria y una bandera rojinegra. Además solicitaron el cambio de la directora.

Quinto: Poco después, se presentó la directora acompañada de otros padres de familia y al tratar de quitar la bandera rojinegra se hicieron de palabras, lo que propició una fuerte discusión entre grupos opuestos. Estos lastimosos sucesos rebasaron el ámbito escolar.

Sexto: Dado que algunos alumnos huelguistas fueron buscados en sus domicilios por la policía municipal, dizque para investigarlos, el viernes 24 de marzo, el líder estudiantil de la Federación de Estudiantes Colimenses, Arnoldo Ochoa González, encabezó un mitin en el jardín principal de Armería en la que exigía respeto, por parte de la autoridad municipal, a un conflicto que era interno de un plantel educativo y segundo, proponía el cambio de la directora y de algunos maestros para alcanzar acuerdos que permitieran armonizar las buenas relaciones entre maestros, alumnos y padres de familia .

Séptimo: El lunes 27 de marzo, con el respaldo de sus padres, una veintena de alumnos se apostaron en la puerta principal de Palacio de Gobierno solicitando que la Federación de Estudiantes Colimenses no interviniera en el conflicto. El gobernador Pablo Silva García los recibió en su despacho y después de convencerlos que regresaran a su lugar de origen se comprometió a solucionar los problemas.

Conclusión: La Profa. Basilia Anguiano Guijosa solicitó su cambio a otra entidad federativa y en su lugar fue designado el Prof. José Matilde Rodríguez Iglesias. Con la llegada del nuevo director, todos se pusieron a trabajar y a las pocas semanas recuperaron la armonía y buen funcionamiento del plantel.

Pasando a otro asunto, siendo presidente municipal el profesor J. Félix Delgado Velázquez (1971-1973) y dado el inusitado crecimiento poblacional de la secundaria, en 1972 se iniciaron las gestiones tendientes a la construcción de un nuevo edificio, situación que se aceleró con motivo del sismo del 30 de enero de 1973 en donde el inmueble resultó muy deteriorado, consecuentemente, en los patios de la misma, hoy auditorio “Prof. Rubén Tinoco Alcántar”, se improvisaron las aulas de clases en unas enramadas de palapa construidas por la presidencia municipal.

Con motivo de la visita que realizara al pueblo de Armería el Presidente de la República, Luis Echeverría Alvarez, para verificar los daños ocasionados por el sismo, un grupo de padres de familia le solicitó al primer mandatario la construcción de un nuevo edificio, a lo que el titular del Ejecutivo federal les contestó: “Si ustedes ponen el terreno, el Gobierno de la República les construirá la escuela”.

Motivados por esta promesa, el Sr. José Antonio Covarrubias Rodríguez logró que doña Mariquita Rodríguez viuda de Covarrubias consintiera en la donación de los terrenos en donde actualmente funciona. El gobernador Pablo Silva García, por su parte, instruyó al ingeniero Julio Mendoza Gómez, jefe de zona del Capfce, para que iniciara de inmediato las obras. El comité proconstrucción lo presidió el dirigente de la sociedad de padres de familia, Sr. Miguel Ruelas Jaramillo.

En septiembre del mismo año, el presidente Echeverría realizó por el estado una nueva gira de trabajo y a su paso por Armería, la totalidad de los alumnos encabezados por su director el profesor José Matilde Rodríguez Iglesias, lo interceptaron en el cruzamiento de las calles Progreso y Cuauhtémoc y allí le informaron que su promesa de construir la secundaria “aún estaba incumplida” ya que al plantel le faltaban los ventanales, pisos, pintura e instalaciones eléctricas y para demostrar que no mentían, lo invitaron a visitar la escuela.

Para desconcierto de sus acompañantes, el Presidente en unión de alumnos y maestros se trasladó a pie hasta la secundaria y en ese lugar giró instrucciones para que concluyeran las obras. Un mes después, el Capfce entregó el edificio a las autoridades educativas. Su inauguración fue el 20 de noviembre de 1973. Siendo director de la secundaria el Prof. Juan Mesina Alatorre se aprobó que la escuela llevara el nombre del ameritado maestro colimense “Prof. Antonio Barbosa Heldt”.

A sus treinta y nueve años (1968-2007) de haber sido federalizada la secundaria “Antonio Barbosa Heldt” ha tenido 14 directores: Profa. Basilia Anguiano Guijosa (1968-72); Prof. José Matilde Rodríguez Iglesias (1972-74); Prof. Juan Mesina Alatorre (1974-77); Profa. María del Socorro León Orozco (1977-80); Prof. Carlos Vizcaíno Vázquez (1980-81); Prof. José Quintana Sánchez (1981-83); Prof. Apolonio Rojas Martínez (1983-85); Prof. Gabriel Molineo Pahua (1985-89); Prof. José Luis Barbosa Hernández (1989-93); Prof. Juan Gómez Magaña (1993-94); Profa. Elvia Romero Ramírez (1994-95); Prof. Miguel Ceballos Madrid (1995-96); Prof. Juan Vélez Morelos (1996-2007) y el actual Prof. Jorge Alcaraz Parra.

A partir de 1996 se autorizó el nombramiento de un director por turno (matutino y vespertino). Desde ese año, han fungido como directivos por el turno vespertino los profesores Juan Vélez Morelos, Jorge Alcaraz Parra y Ramón Rivera Gaitán. De sus aulas han egresado alumnos que hoy son exitosos profesionistas y que sirven a la sociedad en los sectores educativo, social y productivo. Muchos de los actuales maestros son egresados de este prestigiado plantel.

*El autor es miembro del Consejo Estatal de la Crónica, la Asociación Colimense de Periodistas y Escritores, y la Asociación de Cronistas de Pueblos y Ciudades del Estado de Colima.

chavezmichel@colima.com
http://cronicasarmeria.blogspot.com
http://www.armeria.gob.mx/enlaces/enlaces.htm

Comentarios de mis lectores:

Miguel Ángel Pérez dijo...

Hola: Bien dicen que recordar es vivir, e leído varios artículos de las narraciones que haces de Armería y realmente son muy interesantes, como la que haces de la escuela secundaria federal, donde escribes del conflicto estudiantil de 1972 , siendo un jovencito de tan solo 14 años yo acompañe a Juan José Cedano junto con otros amigos a cerrar la escuela. Gracias a esas experiencias de niños en la vida adulta nos enseño lo que en la universidad no se aprende. Tener mucho valor para confrontar cualquier problema y no poder resolver. Quizás no me recuerdes. Pero yo si te recuerdo a ti.

Tu tocayo Miguel Ángel Pérez
(nieto hijo de doña Enedina Gómez la Señora de la fonda,

kingcoliman@hotmail.com

18 de diciembre de 2007 21

(1) Primera Banda de Música

(Primera de dos partes)

Publicado en Diario de Colima
20 de agosto de 2006

Miguel CHÁVEZ MICHEL*

Para conmemorar el quincuagésimo aniversario de haber sido elevado a la categoría de “pueblo” la entonces “ranchería” de Armería, el 29 de abril de 1985, y con el apoyo del “Grupo Cultural Antares” que coordinaba y dirigía con diligente entusiasmo, su Presidenta, la Señorita Rosa Elena Pérez Carrillo (a) “Rosita”, tuve el alto honor de presentar, por primera vez, en la “cueva del Club de Leones”, la exposición fotográfica titulada “Historia Gráfica de Armería”.

En este modesto, pero muy significativo acontecimiento, también, se rindió, por parte del grupo cultural en comento, un merecido homenaje a los sobrevivientes, de la “Primera Banda de Música de Armería”.

Allí, dialogando con dos de los homenajeados, Miguel Vizcarra Zamora y Martín Rincón Benítez, se agregó a la charla, Don José Ochoa Méndez, y tal vez, motivado por el generoso entusiasmo de los ahí presentes, nos comenta: “los antecedentes de la “banda de música de Armería” se remontan al año de 1936 en que, con el apoyo de Don Sthefano Gherzi, se formó en Periquillo la “banda de música de de la Hacienda de Paso del Río”.

Y con su habitual argumentación, amplía sus comentarios: “En esa época, el Sr. Gherzi, tenia muy buenas relaciones de amistad con el Gobernador, Teniente Coronel Miguel G. Santana, quién, casi siempre agasajaba a sus amigos y visitantes especiales en la Hacienda de Paso del Río, desde luego, con el beneplácito y complacencia de su propietario. Así, quizás, para agradar a tan ilustres huéspedes, por conducto de los mayordomos, fuimos invitados, varios de peones, para formar en Periquillo, -una música-, o sea, una -banda de música-”.

Al efecto, señala: “para impartirnos las clases de solfeo, se contrataron los servicios de un señor del Grullo, Jalisco. Éramos veintiséis los que iniciamos las clases de música. Todos vivíamos en Periquillo. Un año después, vino Don Salvador Salazar, -que era, jefe de correos en la estación de Tecomán y también músico- y él nos acabo de adiestrar”.

“Aunque nunca pudimos tocar muy bien, salíamos a tocar a Tecomán y Armería. Una vez nos llevaron a las “fiestas de toros” de Villa de Álvarez, En ese entonces, apenas comenzábamos y no podíamos tocar nada sin ver la nota. Entre lo más selecto de nuestro repertorio, tocábamos algunas marchas, pasos dobles, boleros y valses”.

“En una ocasión, siendo Presidente de la República el General Lázaro Cárdenas del Río, acompañado del Gobernador Miguel G. Santana, visitó la Hacienda el Ministro de Educación Don Gonzalo Vázquez Vela, y la Señora Emilia de Gherzi nos pidió que les tocáramos algo mientras cenaban. Entre el amplio repertorio que tocamos, lo que más les gusto a los invitados fue el -vals Alejandra- que quizás, por mera galantería, nos lo aplaudieron, ya que esos -catrines-, tengo la seguridad, que sí conocían de música”.

Y concluye: “En 1942, siendo Gobernador del Estado el General Pedro Torres Ortiz, con eso de las políticas agraristas, las cosas se pusieron muy duras en la Hacienda. Varios compañeros de la banda se sumaron a los grupos solicitantes de tierras y fue tanto el disgusto del Sr. Sthefano Gherzi, que nos recogieron los instrumentos musicales y hasta ahí, concluyó nuestra fugaz carrera de músicos. Al poco tiempo, nos enteramos, que los instrumentos musicales pasaron a la -banda- que se formó en Armería”.

“Así fue”, exteriorizó Miguel Vizcarra Zamora. Después de una breve pausa, Martín Rincón Benítez, toma la palabra y explica:, “como de costumbre, un -grupo de -morritos- (jóvenes, casi niños), nos divertíamos todas las tardes, jugando en la parte frontal de las –galeras de la Hacienda de Armería-, que se encontraban frente a la estación del ferrocarril y una tarde del mes de enero de 1945, se acercó hasta nosotros el -Administrador de Correos- de nombre Isaac, de quien no recuerdo los apellidos, y después de invitarnos a compartir una exquisita tuba que llevaba preparada en una balsa, nos invitó a que formáramos una -banda de música-. Sin comprender los alcances de su noble intención y tal vez por respeto, escuchamos su perorata”.

“Para nosotros”, replicó Miguel Vizcarra Zamora, “la oferta del Administrador de correos pasó inadvertida, pero a los pocos días, se acerca nuevamente a nosotros y nos dijo –muchachos-, les traigo buenas noticias, -estuve platicando con el Padre Juan Hernández León y con el Presidente de la H. Junta Municipal de Armería, Don Leonardo Jaramillo Silva- y me dijeron que si ustedes aceptan formar la banda de música, ellos-, o sea el Padre Juan y Don Leonardo, -ofrecen pagar un maestro que les enseñe música y si aprenden pronto, les regalarán los instrumentos musicales-”

“Así comenzó nuestra aventura de músicos”, -exclamó: Martín Rincón Benítez- y con prudente nostalgia y abundante emoción, revela: “de momento, sin reflexionar los alcances de nuestra decisión, todos, espontáneamente manifestamos nuestra jubilosa aceptación. Dos o tres semanas posteriores, un domingo, después de la misa de cinco de la mañana, el Padre Juan Hernández León se dirige a mi persona y me dice –espérate Martín, quiero platicar contigo- al momento, sin saber que responder, me quedé aterrorizado, ya que la recia personalidad del Padre imponía mucho respeto, -estoy seguro que el sacerdote noto mi turbación-, con una sonrisa en los labios, puso su mano sobre mi brazo izquierdo, y con su voz timbrada y clara, me dice, -felicidades joven, ya encontré un buen maestro de música, pónganse de acuerdo con el Administrador de Correos para que de inmediato inicien sus clases de solfeo… mañana llega su maestro… ustedes -refiriéndose desde luego al grupo de –traviesos de la estación- me inspiran mucha confianza, tienen admirable energía y abundante imaginación… el futuro de ustedes está en la música… no se les olvide, échenle muchas ganas…”

“Para no hacerles largo el cuento”, siguió Martín Rincón glosando los acontecimientos: “la tarde del 3 de marzo de 1946, por conducto de Don Isaac, (Administrador de Correos) fuimos citados a la casa de Don Leonardo Jaramillo, que se localizaba -frente a la estación del ferrocarril, en la esquina formada por las avenidas México y Progreso-. Al llegar a la cita, encontramos en uno de los corredores unos preciosos instrumentos musicales, y el más inquieto de todos, Ramón López Valdovinos (a) -el zapote-, toma entre sus manos -la trompeta- y con ella, entre bromas, travesuras y juegos, emula ser el maestro de música. En eso, entre risas y chascarrillos, por las ocurrencias del -zapote-, cuando menos los esperábamos, llegaron el Administrador de correos, el padre Juan Hernández León, Don Leonardo Jaramillo Silva y una cuarta persona, que posteriormente supimos que se llamaba Jaime Gómez, originario de Autlán de la Grana, Jalisco y que a partir de esa fecha sería nuestro maestro de música”.

“Ya se imaginarán el susto que se llevó Ramón López Valdovinos, al darse cuenta que llegaban nuestros benefactores, -se puso blanco como la cera-. Para sorpresa de todos los presentes, Don Leonardo Jaramillo Silva, con su aguda sagacidad, -de arriba abajo- nos observó a todos y sin inmutarse, con voz pausada, se dirige al Padre Juan y le dice: -ya tenemos trompetista-. Luego, con el dedo índice de su mano derecha apunta al –zapote- y le dijo: -a partir de esta fecha, tu eres el –jefe- y –trompetista de la Banda de Música de Armería-” y “así fue hasta su muerte”, expreso nuevamente, Miguel Vizcarra Zamora”.

Martín Rincón Benítez continua su plática: “El mismo día que nos entregaron los instrumentos musicales comenzamos a –escoletiar-. Nuestro primer Director fue el Maestro Jaime Gómez compositor de la pieza –viva Armería-. Las primeras clases las recibimos en la casa de Don Leonardo Jaramillo Silva; pocas semanas después construyeron, para ese fin, una -enramada de palapa- en la parte posterior a las oficinas de correos, misma que fue destrozada por una -borrasca-. Varios años, nos desplazábamos, en diferentes domicilios, un día en la escuela, otro día en la iglesia, etc. Por finalizar, gracias a las gestiones de Padre Juan Hernández León, el Sr. Crescencio Michel Vizcaíno (a) –el carajo- nos acondicionó una habitación, en la parte posterior de su domicilio, o sea, por la calle hidalgo a un costado de la Iglesia”.

Dado que nuestra amena charla, continuamente era interrumpida por los asistentes a la exposición fotográfica que dio origen a nuestra circunstancial reunión, Martín Rincón Benítez, muy interesado en rescatar el origen de la -primera Banda de Música de Armería-, nos invitó, para que el día siguiente, nos reuniéramos para continuar dialogando sobre este agradable tema.

La Señora Felicitas Carrillo Velásquez viuda de Pérez (a) -Doña Feliz- que en silencio y con los brazos cruzados no perdió detalle de todo lo comentado, intervino en la plática hablando con aplomo y firmeza: “Yo invito el café… mañana los espero en mi casa a las ocho de la noche… -vieja-, el que no vaya”
Continuará…


* El autor es miembro del Consejo Estatal de la Crónica, la Asociación Colimense de Periodistas y Escritores y la Asociación de Cronistas de Pueblos y Ciudades del Estado de Colima.

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(2) Primera Banda de Música

(Segunda y ultima parte)

Publicado en Diario de Colima
27 de agosto de 2006

Miguel CHÁVEZ MICHEL*

En la crónica publicada en la semana pasada, reseñé en palabras de Don José Ochoa Méndez los antecedes de la primera Banda de Música de Armería, que, sin temor a equivocarnos, dialogando coincidimos, en que lo fue, la efímera banda de música de la Hacienda de Paso del Río. También relaté, los detalles de la noble invitación que el administrador de correos, les hiciera, a un grupo de jóvenes bulliciosos, saltarines y juguetones, que diariamente por las tardes, se reunían frente a la estación del ferrocarril para desahogar, sus pícaras y avispadas inquietudes, desde luego, con nobles jugarretas y vivaces novatadas.

También, en nuestra agradable charla con Miguel Vizcarra Zamora y Martín Rincón Benítez, exploramos, a través de los hechos narrados en mi anterior colaboración, el temple y actitud visionaria de dos grandes forjadores de nuestro pueblo. En efecto, fascinados con su progresista altura de miras del Padre Juan Hernández León y Don Leonardo Jaramillo Silva; nos quedamos ciertamente impresionados, de cómo, con su espléndida conducta benefactora, tuvieron la extraordinario y brillante idea, de formar una -banda de música-, para encauzar un potencial torbellino de energía juvenil, que esparcían ante propios y extraños, ese espléndido grupo de adolescentes inquietos, mejor conocido, en 1946, con el –mote- de los “traviesos de la estación”.

Con este marco de referencia, me permito terminar la narración de la conversación glosada hace ocho días. En efecto, puntuales a nuestra cita, un poco antes de las ocho de la noche, fuimos llegando uno a uno, al domicilio particular de la Señora Felicitas Carrillo Velásquez Viuda de Pérez (a) -Doña Feliz- quien un día anterior, nos formalizara invitación, para continuar con la placentera remembranza sobre los orígenes de nuestra -primera Banda de Música de Armería-. Al selecto grupo de amigos, se sumaron J. Inés Cobian Vázquez y Juventino García Mesina.

Así, después de cumplidas las habituales bromas, chistes y atrevidos cuentos, del amplio repertorio, y que nunca faltaban en el ingenioso, detallista, agudo y seductor carácter de la anfitriona, saboreando un aromático café, retomamos el diálogo iniciado, el 29 de abril de 1985.

Para darnos cuenta de los primeros integrantes de la -Banda de Música de Armería-, con puntual certeza, Martín Rincón Benítez, confirma: “los iniciales componentes del grupo fuimos: Alberto Mendoza Villaseñor, Calixto Ramírez, Camilo Vizcarra, Candelario Mendoza López, Daniel Silva Linares, Florencio García García, Gonzalo Rincón Benítez, Ismael Otero, J. Guadalupe Cárdenas R., J. Inés Cobian Vázquez, J. Jesús López, J. Jesús García, José Jiménez Jaramillo, Juan López, Juventino García Mesina, Leopoldo Solano, Manuel Oseguera, Martín Rincón Benítez, Mauricio Rodríguez Villaseñor, Miguel Cobian Vázquez, Miguel Vizcarra Zamora, Ramón López Valdovinos, Ramón Salvatierra, Salvador Acevedo García, Teófilo Chávez Carrillo, José Guardado Zamora y Braulio López”.

Y prosigue: “posteriormente se agregaron: “Agustín Acevedo, Aniceto López, Carlos Ramírez García, Darío López, David Cobian Zamora, Faustino Carrasco Gutiérrez, Feliciano Jiménez, Francisco Cobian, Ismael Martínez, Juan Valle Galveda, Laureano García Arias y Roberto Martínez Tapia”.

Seguidamente, J. Inés Cobian Vázquez, agrega: “muy pronto, aprendimos solfeo y a tocar con nota. La noche del 6 de diciembre de 1947, con motivo de las tradicionales fiestas de nuestra Señora de Guadalupe, en el recientemente inaugurado -kiosco- del jardín, presentamos nuestra primera –serenata-. Allí, estuvieron nuestros padres, amigos, y sin faltar nuestro benefactores el Padre Juan Hernández León y Don Leonardo Jaramillo Silva. Casi todo el pueblo fue a escucharnos y vernos. La primera pieza fue –el novillo despuntado-, luego siguieron –las gaviotas- y –la paloma- y concluimos la primera parte de nuestro corto repertorio con la pieza favorita de Don Leonardo –dos palomas al volar-... luego, aplausos, muchos aplausos, gritos de júbilo y no falto faltó quien lloriqueara de emoción”.

Miguel Vizcarra Zamora, agrega: “a nuestra serenata inaugural, también asistieron todos los –señorones- de Armería, entre otros, recuerdo a Luis Gómez Michel, J. Jesús Covarrubias, Miguel Gómez Medina, J. Jesús Díaz Cuevas, Pedro Virgen Alcaraz, Daniel M. Silva, Manuel Muñoz Salazar, Rosendo Corona, Francisco Lara Pérez, Santiago Palomera, J. Félix Torres Curiel, Felipe Ramírez Victoria, Basilio Pérez Calvillo, Manuel Toscano Barajas, José Ruelas Ramírez, Juan Torres Aguirre, Pánfilo Peredia Delgado, Mateo Rosales González, Apolonio Maravilla y muchos otros mas”.

Y complementa: “Después del maestro Jaime Gómez, fueron nuestros directores Juan Carbajal y finalmente Juan Espinosa, ambos originarios del Grullo, Jalisco. Posterior a la muerte del maestro Juan Espinosa, todos coincidimos en nombrar un responsable del grupo, el primero fue Ramón López Valdovinos (a) –el zapote-, cuando falleció, designamos en su lugar a Gonzalo Rincón Benítez, pero, por diferencias con varios compañeros ya no quiso seguir, y entonces, entró en su lugar J. Inés Cobian Vázquez, que también renunció por motivos de salud y actualmente (1985) nos representa Martín Rincón Benítez”.

“Nuestra banda, fue una de las mejores del Estado”, afirmó Martín Rincón Benítez”. Y prosigue: “Dos de nuestros compañeros: David Cobian Zamora y Carlos Ramírez García, por invitación, se fueron a formar parte de la “banda de Música del Gobierno del Estado”. Hemos tocado en todas las cabeceras municipales incluyendo el jardín libertad de la ciudad de Colima. En vida de Don Leonardo Jaramillo, -nos presumía- y nos llevaba a diferentes partes de la República… Casi siempre, amenizábamos en los Congresos de la Confederación Nacional Campesina”.

Con tristeza y nostalgia, concluye: “Día con día nos estamos haciendo menos. Primero, varios compañeros, tocaron un tiempo y luego se retiraron, entre ellos recuerdo a Daniel Silva Linares, Mauricio Rodríguez Villaseñor, Francisco Cobian, Ramón Salvatierra, Teofilo Chávez Carrillo, etc., Luego, murieron José Jiménez Jaramillo, J. Guadalupe Cárdenas, Candelario Mendoza, J. Jesús García, Ramón López Valdovinos y Camilo Vizcarra. También fallecieron nuestros benefactores, Don Leonardo Jaramillo Silva y el Padre Juan Hernández León”.

A pregunta de quien esto escribe, Miguel Vizcarra Zamora contesta: “Los instrumentos musicales que recibimos en 1946 fueron: tres trompetas, tres trombones, cuatro clarinetes, tres sarsores, dos bajos, dos saxofones, dos baritones, dos bucles, un requinto, un triángulo, una batería, una tambora, platillos y tarola”. A continuación, sin saber porque, surge en el ambiente una interrogante sobre quién regaló los instrumentos musicales; luego entonces, en amistoso diálogo, se revelaron explicaciones encontradas.

Sin evasivas, abre el diálogo Don José Ochoa Méndez y dice: “los instrumentos musicales los compró Don Sthefano Gherzi para la fugaz –banda de la Hacienda del Paso del Río-, a la postre, por petición de Don Leonardo Jaramillo y del Padre Juan Hernández León, el Sr. Gherzi, los donó para la –banda de música de Armería”.

“No”, replicó J. Inés Cobian Vázquez, y justifica: “En presencia del Padre Juan Hernández, en 1946, Don Leonardo Jaramillo nos entregó los instrumentos y tengo conocimiento, que él, se los compró al Sr. Gherzi”. Toma la palabra Juventino García Mesina, y exterioriza su versión: “en vida, Doña Genoveva Alcaraz viuda de Don Felipe Ramírez Victoria, mejor conocida como -Doña Geno- me comentó, que en 1946, el Padre Juan Hernández, les solicitó apoyo económico para comprarle al Sr. Gherzi los instrumentos musicales”.

Para aclarar a mis lectores, este controvertido tema, que aún continúa avivado supuestas entelequias, hace un poco más de diez años, mi amigo Moisés Hernández León me hizo llegar, por conducto de Mariano Michel Ortega las evidencias escritas que a continuación me permito transcribir:

Recibo No. 1. Por el tipo de letra, al parecer fue elaborado en máquina de escribir marca –Rémington- y textualmente se lee: “Recibí del Padre Juan de Armería la cantidad de DOS MIL PESOS M.N. en cuenta de los instrumentos de música que le vendí. Paso del Río, Col. Octubre 28 de 1946”. Firma: S. E. Gherzi.

Recibo No. 2. Elaborado con tinta azul en forma manuscrita y con letra cursiva, literalmente dice: “Recibí del Sr. Padre Juan de Armería la cantidad de $ 1,500.00 un mil quinientos pesos, faltando únicamente quinientos pesos para la liquidación total de los instrumentos de música que le vendí”. Paso del Río, Col. Agosto 7 de 1947. Una firma ilegible muy parecida a la del anterior recibo.

* El autor es miembro del Consejo Estatal de la Crónica, la Asociación Colimense de Periodistas y Escritores y la Asociación de Cronistas de Pueblos y Ciudades del Estado de Colima.

chavezmichel@colima.com
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Segunda Banda de Música

Publicado en Diario de Colima
14 de enero de 2007

Miguel CHÁVEZ MICHEL*

En el mes de julio del año pasado y con motivo de una reunión de carácter político que se desarrolló en las instalaciones de la feria de la ciudad de Tecomán, se acercó a quien esto escribe un joven integrante de la banda de música que amenizaba el mencionado evento, y después de saludarme muy afectuosamente me comentó: ¿Maestro, me recuerda? –no mucho- le contesté, -pero si puedo asegurarte que eres de Armería y apellidas Carrasco- “en efecto” me contesto, “mi nombre es Federico Carrasco Vega, gracias a mi padre, al profesor Rigoberto Gaitán Flores, a Rosita Pérez Carrillo y a usted, hoy, la música es mi profesión y modo honesto de vivir”.

Y siguió diciendo, “para mi, es un orgullo que nunca olvidaré, haber formado parte de la segunda Banda de Música de Armería, y recuerdo con mucha gratitud, la oportunidad que se me dio para formar parte del grupo que actúo en su presentación aquel 29 de abril de 1990. A mi me correspondió la 1ª. Trompeta. Me fascinaba la -Marcha Armería- de autoría de nuestro Director de la Banda, el Maestro Rigoberto Gaitán Flores”. Posterior a otros agradables comentarios y por tener que continuar con su audición musical concluyó nuestra amena remembranza.

Abundando sobre este tema, el pasado jueves, comiendo en la playa “el paraíso” con mis amigas la arquitecta Delia Gómez Estrada y Rosita Pérez Carrillo, estuvimos recordando, las peripecias que tuvimos que sortear para integrar la mencionada -segunda banda de música de armería-. Evocamos, que este proyecto, se inició en el mes de enero de 1989. En efecto, la arquitecta Delia Gómez Estrada era Directora del COPLADEMUN y Rosita Pérez Carrillo tenía a su encomienda el Departamento Cultural del Ayuntamiento de Armería y los hechos sucedieron de la siguiente forma:

En los primeros días de haber iniciado la Administración Municipal 1989-1991, por gestiones del Prof. Rubén Tinoco Álcantar, Secretario del Ayuntamiento, recibí en mi oficina a Miguel Cobián Vázquez, Juan Valle Galveda y Laureano García Arias, los tres, sobrevivientes de la -primera Banda de Música de Armería-. Su petición, que no se perdiera la tradición de las audiciones musicales en el Jardín Principal, para ello, me presentaron un proyecto para integrar una nueva banda de música y ofrecieron colaborar gratuitamente. De inmediato, giramos instrucciones a la Directora del Departamento Cultural para que se integrara un comité pro-Banda de Música.

A los pocos días, el comité quedó integrado de la siguiente forma: Presidenta, la señora Mercedes Rodríguez viuda de Ramírez; Secretaria, doña Carmen Solano de Lara y Tesorera, la señora Mari Orozco de Chávez. A este esfuerzo se sumaron, entre otros, el Grupo Cultural Antares, el Grupo de Teatro de Señoras, las Damas del Club de Leones, la totalidad de los funcionarios del Ayuntamiento y la empresa ARDICA de los hermanos Arias Díaz. A través del Departamento Cultural se contrataron los servicios del maestro Rigoberto Gaitán Flores que fue designado Director, quien a su vez contó con el valioso apoyo del Prof. Rodolfo Rodríguez Figueroa.

Con mucho entusiasmo y no menos vocación de servicio, Rosita Pérez Carrillo se entregó de tiempo completo para alcanzar el anhelado propósito de volver a contar con una nueva banda de música. Justo es reconocerlo, fue su idea, que la nueva banda se integrara con adolescentes, y a la vez, que se aprovechara la experiencia de los sobrevivientes de la primera banda, mismos, que fueron integrados al equipo de trabajo. Personalmente, se encargó de la promoción en la Secundaria Antonio Barbosa Held y niños del sexto año de las escuelas primarias de la cabecera municipal.

Las clases de solfeo se iniciaron en las instalaciones del DIF Municipal el 3 de febrero de 1989. El primer grupo de alumnos se integró con trece niñas y veintiséis jovencitos. Las niñas fueron: Josefina Cobian Cervantes, María Elena Cobián Cervantes, Blanca I. Andrade Sánchez, Alida Andrade Paredes, María de Jesús Cobián Cervantes, Ivone E. De la Cuesta Rivera, María Isabel Cobián García, Magdalena Medina Cendejas, Francisca Cobián García, Lilia De la Cuesta Rivera, Rossy Medina Cendejas, María Francisca Martínez y Perlita Martínez Melchor.

Los varones, en su mayoría, alumnos de la secundaria, fueron: J. Jesús Lezema Gutiérrez, Crispín Bautista Villanueva, Julio César Cisneros Galindo, Federico Carrasco Vega, Laureano García Hernández, Mario E. de la Cuesta Rivera, Primitivo Melchor Martínez, Juan Manuel Maldonado Palomino, Mario Oscar Maldonado Palomino, Eduardo Ramos Campos, Pedro Ramos Ibarra, Mario Oscar Maldonado P., Carlos Fuentes Estrada, José García Hernández, Alfredo E. Rosas Rodríguez, Héctor Rincón Centeno, Carlos Chávez López, José Fuentes Estrada, Antonio Rincón García, Víctor Noé Murguía, Miguel Chávez Silva, Jorge Rojas Martínez, J. Jesús Ramos Ibarra, José Amézcua Castellanos, Jorge Elizer Gaitán Politrón, J. Guadalupe Martínez M. y J. Alfredo M. Barón.

De este primer grupo de alumnos, cabe destacar, que desde el inicio de clases hasta el día de su primera audición nunca se registró una sola deserción.

Gracias a las variadas actividades que desarrolló el Comité Pro-Banda de Música presidido por la señora Mercedes Rodríguez viuda de Ramírez, en el mes de julio de 1989, se entregaron a los alumnos los siguientes instrumentos musicales: seis clarinetes, seis saxornes, cuatro trompetas, dos trombones, un Sousaphomo, una tarola, unos platillos y una tambora.

Como parte de los actos conmemorativos del LV Aniversario de la erección del pueblo de Armería (1935-1990) y rindiendo un merecido homenaje “posmorten” a los fundadores de la -primera banda de música de Armería (1945)- Don Lenardo Jaramillo Silva y el Padre Juan Hernández León, la –nueva banda de música- tuvo su primera audición, a partir de las 19:00 horas, el 29 de abril de 1990, en el Auditorio Municipal que hoy lleva el nombre del Prof. Rubén Tinoco Álcantar.

El programa se dividió en dos partes: la primera, integrada con cuatro piezas de música selecta, y la segunda, con seis melodías de música popular. Previa entrega de reconocimientos a los sobrevivientes de la primera banda de música el nutrido público se deleitó con las siguientes composiciones: “Marcha Armería” del Maestro Rigoberto Gaitán Flores, “Fascinación” vals de F.F. Marchetti, y “Nabuco” y “Marcha Triunfal” de Guiuseppe Verdi.

En parte relativa a la música popular, con emoción escuchamos “una noche serena”, el bolero “lloraras” de Rafael Ramírez, “el novillo despuntado“, “mis ojos me denuncian” de José Pacheco, “el capiro” y una “marcha final” compuesta para esa inaugural audición por el maestro Rigoberto Gaitán Flores.

Ante la falta de instrumentos musicales solo participaron en la audición inaugural los siguientes integrantes: Clarinete solista J. Jesús Lezema Gutiérrez, Clarite 1º. Josefina Cobián Cervantes, Clarinetes 2º. María Elena Cobián Cervantes, Blanca I. Andrade Sánchez, Alida Andrade Paredes y Juan Valle Galveda (sobreviviente de la primera banda de música), Sax. Alto 1º. María de Jesús Cobián Cervantes, Sax alto 2º. Crispín Bautista Villanueva, Sax tenor 1º. Ivonne E. De la Cuesta Rivera, Sax tenor 2º. Julio César Cisneros Galindo, Trompeta solista Laureano García Hernández, Tropeta 1ª. Federico Carrasco Vega y María Isabel Cobián García, Trompeta 2ª. Magdalena Medina Cendejas y Francisca Cobián García, Trombon 1º. Lilia De la Cuesta Rivera y Miguel Cobián Vázquez (sobreviviente de la primera banda de música), Saxorn 1º y 2º Mario El De la Cuesta Rivera y Sri Medina Cendejas, Sousaphomo Prof. Rodolfo Rodríguez Figueroa, Tarola Primitivo Melchor Martínez, Platillos Juan Manuel Maldonado Palomino, Tambora Mario Oscar maldonado Palomino e Intendencia (cita) Eduardo Ramos Campos. Director Maestro Rigoberto Gaitán Flores y Subdirector Prof. Rodolfo Rodríguez Figueroa.

Para todos los aquí mencionados que desinteresadamente colaboraron en este noble proyecto y me transmitieron, con mucho trabajo y apasionada entrega, su afectivo entusiasmo y seductora emoción, sean estas líneas un timbre de honor, y en ellas, reciban la seguridad de mi permanente gratitud y afecto personal. Si el tiempo borro un nombre, mil disculpas.


* El autor es miembro del Consejo Estatal de la Crónica, la Asociación Colimense de Periodistas y Escritores y la Asociación de Cronistas de Pueblos y Ciudades del Estado de Colima.

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