Con
profundo respeto para quienes han escrito sobre este apasionante tema -que no
son pocos- y con el sano propósito de contribuir con mis modestas
investigaciones en el esclarecimiento exacto sobre el origen del nombre de
nuestro pueblo, en esta colaboración, me permito examinar algunas de las
hipótesis expuestas por voluntariosos autores, a quienes debemos, entre otras
aportaciones, el rescate y preservación de muchos datos, que hoy, son fuente de
consulta obligada para escribir nuestra historia local.
Cómo
preámbulo a mi análisis, permítaseme, aclarar -primero- lo que significa el
vocablo Armería. En efecto, desde el punto de vista etimológico, la
palabra “Armería” se deriva del latín “armarium”, que expresa: "…lugar
o sitio en que se guardan armas…". Más, si le agregamos la terminación
conexiva “ia” que “…connota oficio, práctica o actividad…”, la
expresión Armería significa: "...lugar o sitio especializado en la venta, almacén o fabricación de armas...";
luego entonces, el nombre de nuestro pueblo, nada tiene que ver con la
connotación etimológica de la palabra Armería.
Por tratarse de una de las hipótesis
que más transcriben no pocos autores, me referiré, en primer término, a la
expuesta por mi caballeroso amigo Profr. Juan Oseguera Velázquez, quien en su
"Directorio del Estado de Colima”, sostiene que "...que el nombre de Armería, tiene su origen en
el hecho de que, en tiempos de la colonia, existía allí un destacamento de
guardias virreinales que daban garantías a las conductas y viajeros que
transitaban el Camino Real…” Y que, a este destacamento por "tradición popular" -inicialmente-
se le conoció como "La Estancia de las Armas" y que años más tarde
"por costumbre", se le
denominó: "Estancia de la Armería ", de
donde, afirma, tomó su nombre lo que fue la "Hacienda de Armería", antecedente inmediato del "Pueblo de Armería".
Sobre este
particular, está demostrado en
serios estudios, de bien documentados investigadores, que la “…Nueva España nunca contó con un ejército
regular…[1]
Hubo sin embargo, diferentes tipos de milicias, por lo general poco numerosas y
no permanentes, salvo excepciones, como la muy tardía Compañía de Lanceros de
Veracruz, creada en el siglo XVIII. Esta aparente paradoja –en una tierra de
guerras y guerreros- se explica, primero, como práctica heredada de los
ejércitos de la conquista, que no estuvieron nunca formados por soldados
profesionales, sino por aventureros dispuestos a arriesgar sus bienes, armas,
caballos y vidas, a cambio de botín. Pero sobre todo, el que no se tratara de
crear, y de hecho se evitara la formación de un ejército regular en la Nueva España se debió
al temor de la Corona
de que se convirtiera en el núcleo de la rebelión. Fue hasta la época de los
Borbones, en la segunda mitad del siglo XVIII, cuando se realizaron los
primeros intentos serios en el sentido de dar forma a un ejército regular”.
Continuando
con esta vertiente de milicias y supuestas guardias Virreinales o de la Corona , Juan Carlos Reyes,
nos demuestra en su acuciosa investigación que en Colima “…debido a la constante amenaza que representaban los piratas…” hasta
el “…Siglo XVIII se organizaron compañías
de “pardos” –mulatos-, bajo el mando de españoles…” hasta llegar a “…seis compañías de milicias: una de mestizos
en el pueblo de San Francisco de Almoloyan, cuatro de pardos en Colima y una en
la congregación de Tecalitlán…” (Concluye la cita), como puede observarse,
no se hace ninguna mención a compañía o grupo de milicias en la entonces “Estancia
de la Armería ”,
lo que nos invita -a concluir-, que está hipótesis, definitivamente debe
desecharse.
En
esta misma línea, los autores de la “Enciclopedia de los Municipios de
México”, editada en 1999 por el Centro Nacional de Desarrollo Municipal, concuerdan con otros escritores, en el sentido que existen
varias explicaciones sobre el origen del nombre de Armería, insistiendo, que
“...que ahí se "Armaban barcos", otra que existía una
hacienda denominada con ese nombre; También se sabe que en los tiempos de la
colonia existía en ese lugar un destacamento de guardias virreinales que daban
garantías a las "conductas" y viajeros que transitaban por el camino
real de Colima; posteriormente una hacienda fue el punto de partida del núcleo
de población...”
Ahora bien, utilizando la técnica de separar las ideas principales, mis
reflexiones, procuraré explicarlas a través dos vías:
Primera.
Se afirma, que “...ahí se "Armaban barcos"...” Sobre
improbable aseveración, desde mí muy particular percepción y por falta de
evidencias históricas esta hipótesis también debe rechazarse ya que en Armería
“nunca se armaron barcos”, lo que quiere decir, que ésta es una generosa
imprecisión. Ha mayor abundamiento, desde el punto de vista lingüístico un
lugar donde se “arman barcos” recibe el nombre de “astilleros”,
luego entonces, esta aseveración nada tiene que ver el vocablo de “Armería”,
como líneas arriba quedó anotado.
Segunda.
Armonizando con la mayoría de los autores, también, erróneamente se
consigna “...que en los tiempos de la
colonia existía en ese lugar un destacamento de guardias virreinales que daban
garantías a las "conductas" y viajeros que transitaban por el camino
real de Colima...”. Sobre este particular, ratifico que en la “…Nueva
España nunca contó con un ejército regular…, luego entonces, las supuestas “guardias virreinales” solo
se localizan en ficciones, cuentos y fantasías, que nada tienen que ver con el
origen de mi pueblo y menos aún con su toponimia.
En efecto, no hay documentos históricos o vestigios
que comprueben fehacientemente que en Armería haya existido el trillado “destacamento
de guardias virreinales”. Lo que sí está comprobado, es el hecho, que en
la segunda mitad del siglo XVIII se formaron en la provincia de Colima “…seis
compañías de milicias: una de mestizos en el pueblo de San Francisco de
Almoloyan, cuatro de pardos en Colima y una en la congregación de Tecalitlán…”[2],
por lo tanto, tampoco existieron “compañías de milicias” en lo que
hoy es Armería.
Siguiendo
en este
complicado laberinto de textos, crónicas y contextos, mi estimado amigo Miguel
Ruelas Jaramillo en su
maravilloso libro: “ARMERÍA, Pueblo joven que lucha por encontrar su propio
destino”, nos comenta que siendo alumno de la primera escuela rural federal
“Revolución” (1947) sus maestros le enseñaron que el origen del nombre nuestro
pueblo, “...se remonta al siglo XIII, cuando el río Armería era caudaloso y
en la margen derecha, los aborígenes armaban balsas de madera para cruzar el
río...”; y continuando con su exposición nos relata: “...Luego, cuando
por acá llegaron los misioneros españoles, al encontrarse con este puñado de seres
humanos organizados y capaces, que tenían una destreza singular para armar sus
balsas y navegar en las correntadas del río, al dar información a los
superiores eclesiales, se expresaban que “a orillas del río estaba una Almería
” y estos jerarcas de los misioneros, a su vez los
reportaron a los jefes militares conquistadores como una “Armería” de armas...” ,
y amplía sus comentarios: “...O sea; misioneros y militares, calificaron
el nombre, conforme a su propio ángulo de vista y, a sus particulares
intereses, el nombre de ese ancenstral y pequeño asentamiento humano nacería
con esa dualidad, de místicos ALMEROS católicos y ARMEROS militares de la Conquista Española.. .” y concluye: “...por muchísimos años persistió esa
, hasta que la Corona Española , les consintió mas beligerancia a
los militares... luego estos descendientes de los criollos españoles... Dejaron
de usar el vocablo para mencionar La ...” De
lo anterior deduzco, que para los maestros del “filosofito” el origen del
nombre de “Armería” tiene dos vertientes: de
o de . Analicémoslas:
Por lo que se refiere a la vertiente de “Armería” de
“armeros”: no hay documentos históricos o vestigios, ni del siglo XIII o posterior
a la conquista, que comprueben fehacientemente que en las márgenes del hoy Río
Armería haya existido un grupo de “armeros de balsas”. Por lo que se
refiere a la vertiente de:
“Almería” de “almas”, con todo espeto, la considero un poco más fantasiosa que
real.
Continuando con tema de los “armeros”, en una ocasión el Lic. Raúl
Arias Luna me comentaba que uno de los lugareños le había
expresado que nuestro pueblo tomo su nombre de los “...armeros del puente del ferrocarril...”, a lo cual le contesté que esa era una nueva mentirigilla, dado
que la vía del ferrocarril, en su tramo de Armería a Manzanillo se había
iniciado en 1881, en tanto que, desde 1687 ya se tienen noticias de la entonces
ranchería de Armería.
En otra dirección, el Padre Salvador Murguía en un ensayo
escrito sobre la Parroquia
de Tecomán consigna: “…algunas personas
afirman que se denomina Armería porque había una familia con ese nombre. Todas
las casas eran de palapa o de sácate y no había Capilla. Cuando el Sr. Cura de
Tecomán iba a celebrar la
Santa Misa tenía que celebrarla en casa particular, que en
algunas ocasiones fue la de Don Serapio Sánchez…”[3] (concluye
la cita). Sobre esta vertiente, comento, que desde 1989 tengo comunicación con Don
Alfonso Armería Mondragón, jubilado ferrocarrilero que actualmente radica
en la ciudad de Aguascalientes, con quien estamos esclareciendo el origen del
apellido “Armería” mediante un estudio del árbol genealógico de su
familia; luego entonces, en esta dirección, no hemos encontrado documentos, que
prueben alguna relación de sus ancestros u otras familias de apellido “Armería”
con la entonces “ranchería” o “hacienda de Armería”.
Para concluir, la hipótesis con mayor sustento documental e
histórico, es la que nos presenta en su
libro la “Los pueblos del Valle de
Tecomán” el Pbro. Roberto Urzúa Orozco, quién apoyándose en
registros de los libros de la
Parroquia de Santo Santiago de Tecomán, revela que en “…1687 se registraron 5 entierros del Rancho
de Almería …”; consecuentemente, sostiene que el nombre de Armería proviene
por “corrupción” de “Almería”.
Con el mismo tema, en su Trilogía Histórica de Tecomán”, el Pbro.
Roberto Urzúa Orozco escribe: “…Armería,
corrupción de Almería, ciudad capital de su homónima provincia española y
verdadero origen del nombre del pueblo, que se había trasladado del margen del
río a una legua más al sur desde el año de 1875 no llegó a tener una población
autóctona ni constante, sino hasta principios de este siglo en que se
estableció donde hoy se encuentra; pero se vino a consolidar cómo pueblo en el
año de 1932 cuando por los maremotos del mes de junio los numerosos habitantes
de esa región costera se concentraron en dicho lugar…”
Con el
ánimo de estudiar con mayor profundidad la hipótesis que nos ofrece el Pbro. Roberto Urzúa Orozco, en marzo de 2005 estando de visita en España, visité la provincia de
Almería y ahí indagué que el vocablo “Almería” se deriva del árabe andalusí “al-mariyya”, dicción que se compone de
los vocablos “al” que expresa “lugar” y “mariyya” término que a su vez
se forma de “mara´a” que enuncia los verbos “observar o vigilar”; lo que quiere
decir, que la “Almería” hispano-islámica significa “lugar que se observa
o vigila”.
Para
explicarme el origen del vocablo “Almería”, en ese Ayuntamiento se me explicó,
que 400 años a.c., ésta región, eminentemente comercial y pesquera, pasó de los
Griegos a los Fenicios y que aquí en el año 200, (a.c.) durante las Guerra
Púnicas, Anibal, orgnizó su ejército para emprender por tierra “la conquista de
Roma”, objetivo que lo llevó a la derrota.
Una véz que los romanos ampliaron su imperio en los litorales del mar
mediterráneo, denominaron a ésta región “Portus Magnus”.
El
nombre de “Almería” surge con la ocupación musulmana que inicia en el siglo X,
fecha en que se construye una “alcazaba”
(fortificación) con su respectiva “Atalaya”
(Torre) para vigilar la vahía de “vayyana”, de ahí su nombre de “Almería”, <lugar que se observa y vigila con el
propósito central de custodiarla de posibles invasiones>.
Así,
la ciudad española-musulmana de “Almería” fue fundada por en el año 955 por el
califa Abderramán III y hasta el año de 1489 se incorporo a la Corona de
Castilla.
Colima, Col. 13 de mayo de 2014
Miguel CHÁVEZ MICHEL
Cronista Municipal de Armería
[1]REYES G., Juan Carlos.
“La Antigua Provincia de COLIMA. Siglos XVI al XVIII. Tomo II de la Historia General
de Colima”. Coedición de la
Universidad de Colima, Gobierno del Estado, Instituto
Colimense de la Cultura
y Coordinación Nacional de Descentralización. Páginas 204 y 205.
[3] MUNGUÍA S,
Salvador. “INFORME SOBRE LA PARROQUIA DE TECOMÁN”,
Documento que rescata el Pbro.
Crescencio Brambila en su libro “EL OBISPADO DE COLIMA, Apuntes Históricos,
Geográficos y Estadísticos. Colima 1964. Página 242
1 comentario:
muy bien amigo lito , que bueno que te intereses por nuestra ciudad , y te felicito sinceramente amigo por tus valiosas aportaciones..
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